Una señal de pérdida de convivencia entre dominicanos: el 66% de las muertes violentas en el país hasta julio ocurrieron en riñas en centros de diversiones, por discusiones de tránsito y pleitos entre vecinos, entre otras causas no vinculadas a los actos de delincuencia propiamente. 790 personas perdieron la vida en el marco de conflictos sociales. En total murieron trágicamente en el lapso 1,192 personas. Un 24% de esas muertes fueron causadas por delincuentes y un 10% en conflictos con la PN.
Para el psiquiatra los conflictos sociales constituyen un problema complejísimo pues tienen que ver con educación en valores. Puso de referencia lo difícil que se ha puesto residir en un condominio, donde algunos inquilinos se resisten a pagar sus cuotas de mantenimiento o pelean por un parqueo, lo cual ha generado incluso en la muerte de una persona en un sector exclusivo.
De los Ángeles habló del tema durante la jornada Ser humano integral-sociedad funcional versus criminalidad y violencia, organizada por la la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU).
Muchas causas. De los Ángeles recordó que la violencia tiene múltiples factores y en el país no siempre viene dada por situaciones económicas difíciles.
Al comparar las estadísticas de los últimos 12 años sobre tasa de desempleo versus tasa de homicidio, De Los Ángeles apuntó que el país ha tenido momentos con incremento de criminalidad, pese a que el desempleo ha sido más bajo.
Consideró además que la política de mano dura no disminuye la criminalidad, sino que aumenta la conflictividad. Puso de ejemplo que cuando se implementó el Plan de Seguridad Democrática bajó la criminalidad, durante la gestión policial de Bernardo Santana Páez. Sin embargo, subió en la jefatura de mano dura de Guillermo Guzmán Fermín, lo que a su juicio exacerbó la agresividad de los delincuentes.
Urgió a retomar el referido plan, concebido con alta participación social; y crear políticas sociales que reduzcan la pobreza dar, accesos a servicios de calidad en salud y educación y crear mecanismos fuertes de prevención.
De los Angeles indicó que aunque es cierto que el país no tiene una de las tasas más altas de criminalidad de la región (25 muertes por cada 100,000 habitantes) es preocupante su tendencia alcista.
Dijo además que los estados están gastando muchos recursos para combatir la delincuencia, los cuales podrían ir a la educación e investigación científica.
No favoreció que en el país se instaure la pena de muerte, sino la cadena perpetua. También abogó por la creación de un observatorio universitario sobre la violencia que dé seguimiento y haga propuestas para revertir el fenómeno.
Exclusión. El antropólogo Bernardo Matías destacó que muchas sociedades se están acostumbrando a la violencia, la cual responde a factores como cambios sociales sin regulación, exclusión social y mala distribución de riquezas, incentivo de expectativas de consumo en individuos sin capacidad de acceder a esos bienes y servicios y que luego lo hacen a través de prácticas delictivas.
Matías citó además otros factores que incitan a la violencia, entre los que destacó los movimientos migratorios, la quiebra de expectativas de la segunda y tercera generación, la descomposición que hay en las familias y el arraigo de ese fenómeno en la música y el lenguaje. Incluso señaló que en las mismas iglesias promueven a un Dios guerrero, peleador, que lanza fuego y no uno perdonador, amoroso y solidario.
Las claves
1. Reflexión
José Rafael Espaillat, vicerrector de Gestión de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), destacó que la jornada se realizó con la idea de abrir un espacio de reflexión sobre la violencia que afecta al país y llevar algunas propuestas para enfrentar esta situación.
2. Educación
Esperanza Suero, del Ministerio de Educación, destacó que la gestión pedagógica universitaria es de gran utilidad para prevenir la violencia, favoreciendo la cooperación.
La familia
El psicólogo Tarquino Santana llamó la atención sobre la violencia de género y resaltó que no sólo se está ejerciendo por parejas o exparejas, sino que la delincuencia se está incrementando contra las mujeres.
Además, criticó que se promueva un discurso de igualdad, sobre la base de la superioridad de las mujeres. Hay un discurso que está planteado discordia entre hombres y mujeres, dijo tras enfatizar que la igualdad favorece la convivencia.
Santana destacó que este discurso lo llevan Ongs feministas, e incluso autoridades del área, que se han limitado a hacer un conteo de víctimas y sin embargo no presentan propuestas para enfrentar la violencia contra la mujer.
Sostuvo además que esas entidades no piensan en el problema desde la perspectiva de la familia, que es el primer nivel donde se forman los seres humanos.
De su lado el psicólogo Rafael Tejeiro centró su exposición en cómo afectan los trastornos de personalidad en la violencia, debido a la impulsividad y la falta de regulación emocional.
Criticó además que la violencia contra la mujer se esté convirtiendo en un hecho social muy aceptado y que las personas con pocos recursos económicos no puedan acceder a la consulta psiquiátrica, lo que deja a gran parte de la población sin asistencia ante un problema que puede degenerar en violencia.
Mientras el terapeuta musical Alejandro José expuso acerca de cómo la música puede ayudar a mejorar conductas violentas, logrando afianzar valores como el amor, la ternura y la solidaridad.
Sugirió a los padres no limitar que sus hijos escuchen música que inciten a la violencia, sino que discutan y reflexiones juntos sobre sus contenidos.