Reporte de una noche caribe con Plácido

Reporte de una noche caribe con Plácido

“Stand up, stand up” fue la primera estrofa repetida que escuchamos cuando nos asomamos a la puerta de Rende vous Café el pasado sábado.

Ese día cantaba Plácido y mi compromiso con su talento me llevó a verlo una vez más en el escenario (ya lo había visto en varias ocasiones en el Bulevar de la 27)

Confieso que no me sentía en el país al ritmo de la música que lograron Maxo Joachim y los músicos que lo acompañaban.

Me sentí en cualquier otro lugar, en una de esas islas del Caribe, del Caribe francés o del Caribe inglés. Con el sonido de la música tan caribeña como universal llegué a la conclusión de que no importa el idioma, ser caribeño es una forma de sentir y hacer el ritmo único.

No solo me impresiona la capacidad vocal de Plácido que mucho se parece a Charles Aznavour cuando canta en español y que se confunde con un francés cuando lo hace en el de Víctor Hugo y aunque no tiene los matices de Bob Marley logra interpretarlo con dignidad. También pensaba en la cantidad de dominicanos que disfrutarían pasarse una noche oyendo esta música en vivo.

Una música cuya única frontera es no tener acceso a ella. Rap, Reggae, son, reggaetón, ga gá , tecno, electrónica y jazz fundidos en un concierto en el que es imposible dejar de mover el cuerpo.

En esta noche maravillosa mientras oía cantar y veía bailar en un ambiente aromatizado con pescado frito, el mar a mi espalda, yo sentía como si me hubiera ido de viaje.

Estaba viviendo una experiencia cultural de primera mano y no tuve que exhibirme en la ominosa fila con que nos hacen mendigar visa frente al Teatro Nacional ni comprar ningún pasaje, ¡con lo caros que están!

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