El representante del país ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), Ruddy Santana, dijo que no tiene sentido hablar de la renovación del programa stand by con ese organismo, ya que las regulaciones del Fondo no permiten extender un acuerdo por un tiempo mayor de 36 meses.

La declaración de Santana se produce para aclarar que la pasada semana Bear and Stearns emitió en su publicación “Emerging Markets Sovereign Journal Weekly” varias opiniones que pueden crear confusión y merecen ser clarificadas.

“En sus comentarios Bear and Stearns habla de que el gobierno “no ha decidido sobre la renovación del programa con el Fondo que expirará pronto”.  Las regulaciones del FMI no permiten que un acuerdo Stand-By pueda extenderse más allá de 36 meses. El actual acuerdo cumple 36 meses cuando culmine en enero 30, por tanto, hablar de “renovación del acuerdo con el Fondo carece de sentido”, expresó.

Afirmó que lo realmente importante para cualquier inversionista “es que el acuerdo que termina ha sido exitoso más allá de lo anticipado, ayudando a sostener un crecimiento de alrededor de 8% e inflación de un dígito en los últimos 3 años”.

Además, dijo que  las autoridades han aprovechado el acuerdo para dotar al país de un sistema bancario supervisado y regulado de acuerdo con los mejores estándares internacionales”.

También planteó que el gobierno se ha comprometido a continuar manteniendo la disciplina fiscal que ha observado bajo el acuerdo, como se ha demostrado recientemente con el presupuesto que acaba de aprobar el Congreso.

Dijo que el gobierno, contrario a lo que se podría esperar para un año electoral, mantiene fuertes controles sobre el gasto a pesar de las innumerables presiones ejercidas por muchas instituciones del Estado.

“Más allá de estos puntos, la mayor atención de un inversionista en la Republica Dominicana debería estar en que las modificaciones a la Ley Monetaria y Financiera enviadas al Congreso, no sean distorsionadas, ya que tal como fueron diseñadas por las autoridades, ellas expanden y consolidan la independencia del Banco Central y protegen su desempeño de los vaivenes del ciclo político”, expresó.

Dijo que “no es cierto que el asunto Sun Land no ha sido resuelto”.

Consideró que la opinión de Bearn and Stearn sobre las condiciones en las que se han estado efectuando las renovación de los certificados del Banco Central, “no es balanceada, ya que olvida tomar en consideración la tremenda confianza manifestada por los inversionistas cuando aceptan renovar casi el 90% de ellos sin redención anticipada.