Represión en China a 30 años de Tiananmén

Represión en China a 30 años de Tiananmén

A policeman stands guard near anti-riot gear and fire extinguishers in front of Mao Zedong's portrait on Tiananmen Gate on the 30th anniversary of a bloody crackdown of pro-democracy protestors in Beijing, Tuesday, June 4, 2019. Critics say the 1989 Tiananmen crackdown, which left hundreds, possibly thousands, dead, set the ruling Communist Party on its present course of ruthless suppression, summary incarceration and the frequent use of violence against opponents in the name of "stability maintenance." (AP Photo/Ng Han Guan)

En los 30 años que pasaron desde las protestas de la Plaza de Tiananmén, la economía china se disparó y llegó a nuevas alturas, pero la represión política es más dura que nunca.
Cientos de miles de musulmanes están detenidos en campamentos de reeducación sin que se los haya acusado de delito, los estudiantes activistas enfrentan acoso constante y los líderes de sectores disidentes fueron arrestados o simplemente desaparecieron.
Las organizaciones religiosas están sometidas a grandes presiones para amoldarse y un enorme aparato de vigilancia le da al sistema aristas que muchos consideran totalitarias. El panorama dista mucho del que soñaron los estudiantes idealistas que llevaron sus reclamos a Tiananmén y el nivel de control de la población es superior al que nadie creyó posible incluso después de la sangrienta represión de las manifestaciones en la noche del 3 al 4 de junio de 1989.
Hay quienes dicen que la represión, que dejó miles, de muertos marcó el rumbo que mantiene incluso hoy el Partido Comunista, con represión brutal del disenso, encarcelamientos sin orden de detención y el uso frecuente de la violencia contra opositores para “mantener la estabilidad» del sistema. “El episodio del 4 de junio cambió el rumbo de la historia china», expresó Zhang Lifan, quien en 1989 enseñaba en la Academia China de Ciencias Sociales. “La tesis de que China crecería y sería un país normal, estable, a partir de un proceso de reformas políticas quedó desvirtuada».
Cuando se les menciona la represión, las autoridades chinas hablan de los progresos económicos de la nación. En las tres décadas que pasaron desde las protestas, China pasó a ser la segunda economía más grande del planeta y hace progresos en sectores como trenes de alta velocidad, la inteligencia artificial y comunicaciones con tecnología 5G.
Las restricciones a la libertad de expresión abarcan incluso lo que se publica en redes sociales y cualquier sospecha de denuncia del sistema puede generar respuesta de las autoridades.

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