República Dominicana: 2016

República Dominicana: 2016

Del análisis que hice en esta columna el pasado domingo sobre la evolución política dominicana en el siglo XXI, particularmente del comportamiento de las fuerzas políticas y sociales hasta mayo del 2012; así como de lo acaecido en el país desde entonces, se pueden sacar algunas conclusiones:

1) Las elecciones del 2012 fueron ganadas por Danilo Medina, quien se supo administrar para alcanzar la postulación presidencial y venderse como un buen candidato, a pesar del descrédito del presidente Fernández, aunque tuvo en su favor el uso masivo de los recursos  del Estado y la obvia parcialización de la Junta Central Electoral, que cuando las encuestas favorecían a Hipólito Mejía  llegó a negarle a Participación Ciudadana la posibilidad de observación electoral.

2) Hipólito Mejía exhibió una gran dinámica de trabajo y carisma político, con los que logró la postulación del PRD; e inició la campaña presidencial con ventaja sobre su oponente; pero no así perfilar un proyecto político coherente con las aspiraciones populares y los deseos de cambio de  una sociedad cada vez más compleja y problematizada, ni atacó eficazmente las maniobras de la JCE.  Tampoco pudo consolidar la unidad del partido ni la adhesión de otros sectores.

3) Tras el triunfo de Medina y mientras el Tribunal Superior Electoral de factura peledeista intervenía para mantener la división del PRD, el nuevo presidente  mantuvo la mayor parte del gabinete del régimen anterior, aunque ha tomado medidas que prometen cambios positivos en el gobierno, tanto en el orden económico como contra la corrupción y la inseguridad; por lo  que mantiene altos niveles de popularidad.

4) Desde el PRD, las facciones rivales de Hipólito, mayoritaria, y de Vargas Maldonado, minoritaria, pero con el respaldo de los organismos electorales oficiales  y del ex presidente Leonel Fernández; se aprestan a hacer convenciones unilaterales en fechas diferentes para elegir las autoridades del partido; en tanto en el PLD, el sector de Leonel prefiere  elecciones con listas cerradas y manejadas por  las cúpulas del partido que él controla, mientras  Danilo prefiere primarias y el voto preferencial, porque se sabe más popular.

5) En los comicios  del año 2016, los únicos que en  un futuro previsible elegirán al Presidente de la República, el Congreso y las autoridades municipales, se pueden prever tensiones internas en ambos partidos mayoritarios;  sin que parezcan surgir otras fuerzas que rivalicen con el PLD y el  PRD.

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