La Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad) reporto que se produjo un fuerte desplome en la llegada de inversión extranjera directa en las economías latinoamericanas en el primer semestre de 2020. La caída de 25 % interanual, de US$83,000 millones en 2019 a US$62,000 millones, aunque menor que la media global de 49 por ciento.
No obstante vivir en un mundo en crisis muy interconectado, en República Dominicana la cifra se mantuvo, sumó US$2,066 millones entre enero y septiembre, proyectándose alrededor de US$2,500 millones para 2020, lo que iguala el promedio de los últimos años, objetivo que se alcanzará, el país ofrece un entorno acogedor y estable para la inversión.
Como se sabe, para la Región la CEPAL pronostica la peor recesión económica del siglo XX, el PIB se contrae hasta un 8% en 2020, y para la Unctad la profunda recesión exacerba los desafíos para atraer inversión extranjera.
A pesar del negro año, la economía dominicana, con un tamaño de US$88,906.1 millones y US$9,873 millones en reservas internacionales, después de tocar fondo en abril, encendió sus motores.
En cuanto al turismo, todavía avanza con poca velocidad, es muy bajo el volumen de visitantes extranjeros que nos visita, en diciembre acelerará sus pasos, recordemos que es el sector de mayor apetito inversor por la alta rentabilidad que suelen alcanzar los proyectos.
La potencia de los motores de la economía dominicana, que desde hace años emergió como la que más rápido crece en la Región, es lo que atrae al inversor extranjero, confía en la previsión del gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu para 2021, estamos en el camino que nos llevará a la fase alcista del nuevo ciclo, con el PIB creciendo el próximo año entre 5.5% y 6.0 por ciento.
Se apoya en el “efecto estadístico”, es decir, en los puntos adicionales que aportará al crecimiento cuando se compare la producción del próximo año, con la pandemia controlada y aprovechando al máximo la capacidad productiva del país, con la de este año, mermada brutalmente por la crisis sanitaria, que obligó al paro económico.
Pronóstico que comparto, además del “efecto base”, cito estos hechos. Uno, como muestran las estadísticas hasta septiembre, en la Región nuestro país está entre los punteros en dinero extranjero que fluye en apoyo de proyectos específicos.
Dos, para preservar la estabilidad de los precios macroeconómicos, los inversores valoran la capacidad y confían en la destreza del presidente Luis Abinader y autoridades del Banco Central.
Tres, miran con buenos ojos el horizonte de oportunidades para los negocios una vez superada la crisis sanitaria, un ejemplo que refleja la confianza del inversor es el anuncio público reciente de que un grupo inglés está de compra en el país, quiere la Ferretería Americana.
Como en Latinoamérica competimos por el flujo de inversión que innova, genera empleos e incorpora a la pequeña y mediana empresa a las cadenas de valor, con presentaciones puntuales internamente y en el exterior es necesario continuar promoviendo el país, como las que acostumbra el presidente Abinader y la reciente del gobernador del Banco Central a 24 bancos y fondos de inversión, organizada por el Bank of America Securities, al final expresaron que nos valoran como destino idóneo para invertir.