El incremento mundial en el consumo de los derivados del coco representa una gran oportunidad para nuestro país, según el experto Horacio Lomba, especialista en producción y procesamiento de Coco.
La acogida que ha tenido el agua de coco como una alternativa saludable y con pocas calorías a los refrescos, el uso cada vez mayor del aceite de coco virgen, el consumo de azúcar de coco por los diabéticos, las nuevas tendencias de consumo de extractos vegetales como sustitutos de la leche animal, el uso del sustrato de coco como material inerte en hortalizas e invernaderos garantizan que el consumo de los derivados del coco se mantendrá por muchos años, lo que debería aumentar el interés de nuestro país por este cultivo.
En el caso del agua de coco, es la bebida de mayor crecimiento en el mercado estadounidense y se considera el “jugo” estrella en el mercado mundial debido a su sabor, bajo contenido de azúcar y propiedades diuréticas. El aceite de coco virgen es cada vez más popular por razones de salud, estética o motivaciones culturales.
Lomba mostró con datos las grandes oportunidades que existen en los mercados europeos y norteamericano para los productos derivados del coco, como el aceite, azúcar, harina y la leche de coco.
La República Dominicana se ha especializado en la producción de crema de coco, siendo el mayor productor mundo, con ventas por encima de los 15 millones de dólares.
La problemática
Mientras existe una demanda creciente, nuestras plantaciones de coco van declinando debido la antigüedad de las plantaciones; la falta de titulación, que impide el acceso al crédito; las plagas; el uso de plantas de variedades poco productivas y el alto costo de la tierra en las regiones que tradicionalmente han sembrado el coco, que hoy en su mayoría son turísticas.
El país ha pasado en cinco años de ser el quinto exportador mundial de cocos a ser el 9no y debido a la escasez de coco, actualmente la industria nacional está importando aproximadamente unos 20 millones de cocos al año desde países como Guyana, India, Indonesia, Vietnam y Malasia, los cuales podrían perfectamente producirse en el país y ofrecer nuevas fuentes de empleo y generación de divisas.
El experto demostró que el gran reto consiste en cambiar el perfil del agricultor y convertirlos en empresarios. Para esto es necesario convencer a los jóvenes de la rentabilidad que puede ofrecerles el cultivo si utilizan las variedades mejoradas y las nuevas técnicas de producción; la abonación.
Disponer de material de siembra productivo y resistente a las enfermedades; facilitar el financiamiento; eficientizar la cadena de valor organizando a los productores de forma que se minimicen sus costos; obtener el compromiso de los industriales; identificar nuevas áreas de siembra alejadas de los enclaves turísticos; especializarnos en productos de alto valor agregado; aprovechar la ventaja de nuestra cercanía a los grandes mercados y crear una marca país para nuestros productos.
Las declaraciones de Lomba, que también es Gerente del Consorcio Cítrico Dominicano, empresa del Grupo Rica, se produjeron durante la Conferencia “Producción de Coco en el Caribe” ofrecida el pasado sábado 14 de octubre durante el Lanzamiento del Festival Nacional del Coco, en el Auditorio de la UASD de la Ciudad de Nagua.
El Festival Nacional del Coco es un evento social y cultural de gran trascendencia para el país y especialmente en la región Nordeste, porque permitirá exponer al mundo la gran cantidad de productos industriales que se fabrican en el país. El evento se realizará en Nagua, los días del 15 al 19 de noviembre de 2017.