París.– La República Dominicana no se ve afectada por las amenazas de Estados Unidos de aplicar medidas proteccionistas, pero está preocupada por sus ataques al sistema multilateral.
Este es uno de los principales mensajes del ministro de Economía dominicano, Isidoro Santana, en una entrevista a Efe en París, donde participó en la décima edición del Foro Económico Internacional sobre América Latina y el Caribe.
“Nos preocupa cómo se está tratando de romper el orden internacional creado después de la Segunda Guerra Mundial que resultó tan beneficioso para la humanidad (…) y que permitió salir a tanta gente de la pobreza”, declaró.
Santana puntualizó que, en términos de comercio, “no se ha planteado nada en absoluto que afecte a la República Dominicana» desde Estados Unidos, que es su principal socio comercial. Añadió que “seguramente si todas las amenazas se convierten en realidad, eso puede afectar al comercio mundial y de alguna manera puede tener alguna repercusión en nuestro país».
El titular de la Economía dominicana reconoció que su país podría sufrir los efectos de la subida de los tipos de interés de la Reserva Federal estadounidense cuando tenga que volver a salir al mercado con emisiones de deuda en los próximos meses. Las últimas emisiones se realizaron a comienzos de año, cuando todavía no había ningún impacto como los que luego se han visto en países, en particular en Argentina.
Preguntado sobre las perspectivas económicas en su país, tras destacar que la República Dominicana no había caído en recesión como buena parte de los otros países latinoamericanos a mediados de la década, señaló que este año esperan crecer a un ritmo “superior al 6 %” y mantener esa cadencia.
Los principales riesgos -añadió- vienen del incremento del precio del petróleo, pero también de una inversión de los flujos de capitales a causa del alza de los tipos de interés que se ha iniciado en Estados Unidos.
Santana consideró que para afrontar los problemas de desigualdad en Latinoamérica uno de los obstáculos es el bajo nivel de fiscalidad -el 22 % del producto interior bruto (PIB), de media, y todavía menos en la República Dominicana- que no permite hacer las necesarias políticas públicas.
Subrayó que para aumentar la fiscalidad uno de los retos es ganar la confianza de los ciudadanos, que es muy baja en América Latina y que, entre otras cosas, se traduce en una mala disposición a pagar los impuestos.