República Dominicana ¿preparada para un terremoto?

República Dominicana ¿preparada para un terremoto?

En enero, un terremoto removió el sur de Haití, derrumbó desde el palacio de gobierno hasta casitas en barrios marginados. En menos de un minuto arrancó la vida a millares de personas y muchos quedarán con limitaciones físicas. Aglomerados en Puerto Príncipe y ciudades aledañas en condiciones aterradoras, muchos han salido a otros poblados, y a dos meses del terremoto, la situación de vida es muy precaria.Posteriormente, la tierra ha temblado en distintas partes del mundo, y en febrero, un terremoto de magnitud acompañado de tsunami sacudió a Chile con efectos trágicos.

Los devotos de la naturaleza dicen que la tierra está molesta de tantos abusos que comenten los humanos contra ella, por eso se remenea; y los devotos divinos dicen que la destrucción está grabada en la escritura.Independientemente de los motivos, las catástrofes naturales afectan negativamente la dinámica de vida de las personas y las sociedades. Ojalá que nunca sucedieran, y esperemos que no se produzcan en República Dominicana, pero es mejor estar preparados para reducir los males que acompañan estas tragedias cuando ocurren.República Dominicana aparece en los mapas de alto riesgo para que se produzca un sismo de magnitud. Unos plantean que será en el centro-norte del país y otros en el sur. Pero como la tierra es caprichosa y no se puede predecir, es mejor prevenir en todo el territorio.

Un programa nacional de prevención de daños en eventos catastróficos, y en específico de terremotos donde no hay señales anticipadas, requiere de una firme decisión gubernamental. Lamentablemente, a dos meses del terremoto en Haití, el gobierno dominicano no da señales de acción.Alertar la población en una campaña nacional de prevención tiene el efecto negativo de que puede aumentar inicialmente el temor. Pero la gente no es ingenua y sabe que si sucedió en Haití y en Chile, puede ocurrir en República Dominicana. Por eso, aunque un plan de preparación puede causar incertidumbre, una vez la gente comprenda la importancia de la prevención, y se adiestre, deberá reducirse el miedo.

Le corresponde al gobierno dominicano formular e impulsar un plan de adiestramiento con ayuda de las organizaciones sociales. Pero insisto, el gobierno tiene que ser el principal gestor.

Ante el espectáculo actual de los políticos dominicanos disputándose una candidatura para las próximas elecciones, y las calles y carreteras llenas de vallas y carteles con fotos de los aspirantes, es penosa la embriaguez del poder. Los candidatos a legisladores, síndicos y regidores gastan una millonada en propaganda, mientras el país queda a la intemperie si se produce una catástrofe natural.

La política dominicana ha derivado en un acto de irresponsabilidad. Llegar al poder y mantenerlo es el objetivo principal de los políticos, no la seguridad y el bienestar de la población que con su voto los elige.El país necesita una inspección general de edificios públicos y privados, comerciales y residenciales en base a criterios establecidos por profesionales de la ingeniería, con instructivos elaborados por oficinas especializadas del gobierno y ejecutados en un plazo de varios meses. Además, una normativa estricta de construcción anti-sísmica que se cumpla siempre.Se necesitan también simulacros de desastres para que la gente aprenda qué hacer, cómo y cuándo, si ocurren. Estos simulacros deben realizarse en todas las escuelas, oficinas públicas y privadas, y en edificios residenciales.El gobierno debe formular los instructivos y hacer un llamado a todas las instituciones y medios de comunicación a que colaboren.Hay que adiestrar la población porque la República Dominicana es vulnerable a terremotos, tsunamis, huracanes y riadas. Ojalá que las autoridades escuchen y actúen.

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