La República Dominicana ocupa el primer lugar en el matrimonio precoz en la región, con un 12,3% de las mujeres de 20 a 24 años casadas o en unión antes de cumplir los 15 años, y un 35.6% antes de cumplir los 18 años.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) presentó virtualmente el informe Estado de la Población Mundial 2020 “CONTRA MI VOLUNTAD: Desafiar las prácticas que perjudican a las mujeres y las niñas e impiden la igualdad”, donde la República Dominicana continúa liderando la lista de países de América Latina y el Caribe con mayor proporción de matrimonios infantiles y uniones tempranas.
Junto a Bangladesh, Nicaragua y 17 países de África Subsahariana, la República Dominicana es de las naciones donde al menos el 10% de las jóvenes estaban casadas o en uniones antes de haber cumplido 15 años. El 35.6% de las mujeres de 20 a 24 años se reportan casadas o unidas antes de cumplir los 18 años, con proporciones mucho más altas entre el quintil más pobre, donde el porcentaje de adolescentes de 15 a 19 años ya casadas o en unión asciende a 51,7%.
El documento global señala que todos los años, millones de niñas se ven sometidas a prácticas que les provocan daños físicos y emocionales con el conocimiento y consentimiento plenos de sus familias, amigos y comunidades.
Según el informe del UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas que se encarga de la salud sexual y reproductiva, existen al menos 19 prácticas nocivas (desde el planchado de los senos hasta las pruebas de virginidad) que tienen la calificación de violación de los derechos humanos. El documento se centra en los tres tipos más preponderantes: la mutilación genital femenina, el matrimonio infantil y la preferencia por los hijos varones muy en detrimento de las hijas.
“Las prácticas nocivas que afectan a las niñas ocasionan un trauma grave y duradero que les roba el derecho a desarrollar todo su potencial”, afirma la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA.
Se calcula que, este año, 4,1 millones de niñas sufrirán una mutilación genital femenina. Hoy mismo, 33.000 niñas menores de 18 años se verán obligadas a casarse; por lo general, con hombres mucho mayores que ellas.
Además, en algunos países, la preferencia excesiva por los hijos varones ha promovido la selección del sexo con sesgo de género o casos de desamparo extremo que han desembocado en la muerte de las niñas. El resultado son 140 millones de mujeres “desaparecidas”.
Algunas prácticas nocivas están decayendo en los países en los que sucedían con mayor frecuencia. Sin embargo, debido al crecimiento demográfico de estas naciones, la cifra de niñas damnificadas aumentará en los próximos decenios a menos que se adopten medidas urgentes.
Los países que han ratificado tratados internacionales tales como la Convención sobre los Derechos del Niño tienen la obligación de poner fin al sufrimiento de las niñas sin importar si los perpetradores son sus parientes, las comunidades religiosas, los proveedores de servicios de salud, las empresas privadas o las instituciones públicas. Muchos gobiernos han reaccionado con instrumentos legislativos, pero no basta con promulgar leyes. El informe del UNFPA es claro: decenios de experiencia e investigación han demostrado que, cuando se trata de lograr cambios, los enfoques ascendentes que tienen su base en el seno de la comunidad dan mejores resultados.
“Las soluciones para erradicar las prácticas nocivas pueden variar de un país a otro, pero en todo caso deberán alinearse con las medidas para lograr el progreso en cuanto a la igualdad de género y los derechos de las mujeres desde el nivel familiar y comunitario, hasta las instituciones y la sociedad como un todo”, manifestó Harold Robinson, Director Regional para América Latina y el Caribe del UNFPA.
El informe señala que es necesario reestructurar las economías y los sistemas jurídicos en los que se apoyan a fin de garantizar que todas las mujeres gozan de igualdad de oportunidades.
La práctica nociva de mayor impacto en América Latina y el Caribe, es el matrimonio infantil. Una de cada cuatro niñas se casa o establece unión informal antes de cumplir 18 años; en algunas partes de la región, la cifra es superior a una de cada tres.
Es posible eliminar el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina a escala mundial en el plazo de 10 años si se amplían las iniciativas destinadas a que las niñas prolonguen su escolarización, a enseñarles competencias para la vida y a implicar a los hombres y niños en la transformación social. Según el informe, invertir 3.400 millones de dólares de los Estados
Unidos al año de aquí a 2030 serviría para acabar con estas dos prácticas nocivas y con el sufrimiento de unos 84 millones de niñas.
Si bien se han logrado avances encaminados a suprimir algunas prácticas nocivas en todo el planeta, la pandemia de COVID-19 amenaza con desbaratar estas conquistas. Un análisis reciente reveló que, si los servicios y programas permanecen suspendidos seis meses, puede que otras 13 millones de niñas se casen por obligación y que 2 millones más de niñas sean víctimas de una mutilación genital femenina de aquí a 2030.