Tras las designación del nuevo encargado de Negocios de los Estados Unidos en la República Dominicana, Isiah Parnell, pareciera que, al menos en este cuatrienio de la administración del presidente Joe Biden, el país caribeño no contará con un embajador, para llevar las relaciones diplomáticas entre ambas naciones.

El 22 de septiembre de 2021, el mandatario norteamericano nominó exlegislador demócrata Calvin Smyre, como el nuevo embajador para la República Dominicana, decisión que sólo debía ser ratificada por el Congreso, específicamente por la Cámara de Representantes de los Estados Unidos y que habría sido referida al comité de Relaciones Internacionales, en octubre de ese año.

Sin embargo, Biden decidió retirar la nominación y enviar Smyre a Bahamas, dejando nueva vez a la República Dominicana con un cuerpo diplomático al mando de su Encargado de Negocios Robert Thomas, quien renunció en febrero, para asumir un puesto junto al Secretario de Estado Antony Blinken, poniendo fin a tres años de trabajo en el país, en marzo pasado.

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A dos meses de la salida de Thomas, Washington escogió a su sucesor, en la persona de Isiah Parnell, un diplomático con 39 años de servicio en el exterior, en países como México, Colombia, Paraguay, Ghana, Jamaica, Kenia, entre otras naciones.

Pese a su abultado currículo, Parnell no llega al país en calidad de embajador, como se esperaba, lo que deja a la nación carente de esta figura, como ha sido la tónica desde el inicio de la administración Biden en 2021.

¿Pero está obligado Biden a nombrar un embajador?

¡No!, de hecho, no sólo la República Dominicana carece de esta figura y para febrero del 2022, sólo 10 de 21 embajadas estadounidenses en América Latina, tenían nombrados embajadores y aunque este número se ha reducido, parecería que la política de exterior del actual gobierno no tiene mucho interés en la región.

Actualmente, solo Haití, Cuba y República Dominicana, carecen de embajadores, aunque  esta semana, se nominó a Dennis B. Hankins para comandar el cuerpo diplomático en Puerto Príncipe.

La situación motivó al congresista Adriano Espaillat, enviar una carta al presidente Joe Biden en abril de este año, solicitando la nominación de un nuevo representante para el país, pedido que hasta ahora, no ha encontrado respuesta satisfactoria.

Para inicios del año pasado, países como Bolivia, Cuba, El Salvador, Haití o Uruguay, no sólo carecían de esta figura diplomática, sino que ni siquiera se ha había nominado algún candidato desde La Casa Blanca, sin embargo, la mayoría de estas naciones ya tienen su cuerpo diplomático.

¿Castigo por relación con China o falta de interés diplomática?

Históricamente las relaciones entre Washington y Santo Domingo han sido buenas, sin embargo, llama la atención que, en momentos en que China incrementa su incidencia en América Latina, incluyendo en la República Dominicana, Estados Unidos prefiera apoyar su relación diplomática en la figura de un encargado de negocios.

Para algunos se trata de un castigo, mientras que para otros, se trata de una decisión irrelevante, tomada desde la actual administración estadounidense, que no afecta las relaciones bilaterales.