República Dominicana y Colombia: dos caminos ante polos antagónicos

República Dominicana y Colombia: dos caminos ante polos antagónicos

Xi Jimping, presidente chino y Gustavo Petro, presidente de Colombia.

De las pulsaciones sobre el teclado brotaban las primeras palabras que presagiaban que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se había movido de manera no muy bien calculada para hacer una jugada que lució imprudente y hasta temeraria, cuando se produjeron hechos que confirman el augurio.

Primero llegó énfasis de la reacción: una fuente del Departamento de Estado dijo al diario El Tiempo que la decisión del presidente Petro de unirse a la Iniciativa de la Franja y la Ruta “es decepcionante y contraproducente”, y luego, el jueves en la mañana, Washington mostró el látigo al advertir que “se opondrá enérgicamente a proyectos recientes y próximos desembolsos por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otras instituciones financieras internacionales para empresas estatales y controladas por el Gobierno chino en Colombia”. Previo a este desenlace, el enviado especial para América Latina del presidente Trump, Mauricio Claver Carone, había advertido que el acercamiento de Colombia a China podía poner en riesgo las exportaciones de café y flores, cuyo principal mercado es precisamente EE.UU.

Tanto el momento en que se produjo la adhesión como la forma como se condujo nos hizo prever lo que venía. Se trata de un momento en que el antagonismo entre Estados Unidos y China está en ebullición, lo que obligaba a Colombia a calcular y transparentar muy bien sus pasos para evitar tropiezos que podrían resultar muy dolorosos, si se toman en cuenta el peso que tiene Estados Unidos sobre su economía y algunos temores expresados por voces del sector empresarial, como la del presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, Bruce Mac Master, quien puso en duda los beneficios del acuerdo y se preguntó cómo afectará el mismo la relación con los socios comerciales que compran la mayor parte de las exportaciones colombianas.

Hay cifras que imponen respeto:

Las exportaciones de Colombia hacia Estados Unidos alcanzaron los US$14.336 millones en 2024, lo que representó el 28,9 % del total de las exportaciones colombianas a nivel mundial.

Asimismo, los turistas estadounidenses son el grupo más numeroso de visitantes extranjeros (1.194.642 de llegadas en 2024), que representan el 26.5% del total.

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El país que más invierte en Colombia es Estados Unidos. Aporta US$5.508 millones. Siguen España con US$2.793 millones, Anguila US$1.580 millones, Panamá US$1.199 millones y Suiza US$575 millones.

Además, las remesas enviadas desde Estados Unidos a Colombia fueron de US$5,368 millones en el año 2024, que representan el 42% del total de US$12,643 millones en remesas en ese año.

Aunque los defensores de la decisión de Petro argumentan que Colombia necesita diversificar sus alianzas estratégicas y aprovechar oportunidades de inversión en infraestructura que podrían derivar de la cooperación con China, debió hacerlo dejando constancia clara de su condición de socio histórico de Estados Unidos y de que con su paso no se pondrá nunca en riesgo lo construido con la alianza de estos dos países. Por la reacción de Estados Unidos, esto no ocurrió.

Otros hubieran sido los resultados si Colombia hubiera seguido el camino trazado por la República Dominicana, que ha mantenido relaciones diplomáticas con China, pero sin dejar espacio a la duda sobre la principalía de su alianza estratégica con Estados Unidos, estableciendo límites claros sobre el alcance de la sociedad con el nuevo aliado y dando garantías de que ninguna otra alianza hará socavar los cimientos de la que ya tiene una larga historia y de cuya robustez hablan los frutos.

Mario Mendez

Mario Mendez

Licenciado en Economía, del Instituto Tecnológico de Santo Domingo
(INTEC), con más de 40 años de ejercicio en el Periódico HOY.

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