República Mali, una parada en el tiempo

República Mali, una parada en el tiempo

En la República de Mali parece que el tiempo se detiene, los visitantes se mueven con parsimonia, como si nunca les esperaran en ningún lado

La primera pregunta que hay que hacerse es, ¿dónde está Mali? El país se sitúa en la parte noroeste de África, rodeado en varios flancos por Mauritania, Níger, Argelia, Senegal, Costa de Marfil, Guinea y Burkina Faso. Aterrizar en Mali es impregnarse por completo de un ambiente que aún parece anclado en el medievo.

Polvo, tierra, barro, marrón…así se podría definir a un Mali desierto, un país cuyas tonalidades sobrias contrastan con los alegres vestidos de los paisanos, de colores imposibles de esta ciudad.

En la Repúblia de Mali parece que el tiempo se detiene. Los viandantes se mueven con parsimonia, como si nunca les esperaran en ningún lado, y un camión de la marca Mercedes puede descansar suspirando junto a una cámara fotográfica más cercana al daguerrotipo que a cualquiera de uso manual que se realice.

Estampa cotidiana

Estas estampas cotidianas de Mali son un atractivo para los turistas más intrépidos. Si se conoce el francés, ya se tiene el camino libre para poder comunicarse con los autóctonos, ya que es el idioma oficial. En el siglo XIX fue colonizado por Francia y hasta 1960, la antigua República Sudanesa no logró la independencia.

Bamako es la capital

 de Mali. Muchos dirán que allí no hay nada que ver, pero es impresionante observar la fuerza de la gente que puebla esas calles de tierra. A pesar de ser una ciudad pobre, las personas tienen siempre una sonrisa en la cara y no oponen resistencia a que se les hagan fotos.

Es recomendable buscarse un guía para sacarle el mayor provecho posible. Bambara African Tours es una empresa con sede en la capital, y además hablan español.

Un menú típico de la zona

Oscila entre los 2 y 6 dólares – de 1.000 a 3.000 francos CFA-. Lo más barato son los “makis”, unas terracitas que están por todas partes. Los restaurantes libaneses de luxe también son una buena opción y no se salen del presupuesto. La cerveza cuesta entre uno y dos dólares. Pero, ¿cuesta mucho pasar una noche en la capital? La habitación doble ronda los 7 dólares por persona.

TOMBUCTÚ

No todo es Bamako en Mali. Seguro que suena bastante el nombre de Tombuctú…y es que este lugar se encuentra en el mismo Mali. Aquí sí que se hace una parada en el tiempo, con los nómadas a camello o los pescadores del río Níger con sus largas canoas.

Mopti, junto al río Bani, es un lugar con un carácter mercantil muy asentado. El paisaje se envuelve en agua y arrozales que unos agricultores afanosos se encargan de recoger. Existe un mercado a muy buen precio, y además se pueden alquilar barcazas por días gracias a las que se pueden visitar numerosos pueblos e incluso pegarse un chapuzón en el Níger.

Ségou se encuentra entre Mopti y Bamako, y es la antigua capital colonial. Se trata de una ciudad que se podría definir con un adjetivo: tranquilidad. Pero uno no puede irse de Mali sin visitar el País Dogon, en la frontera con Burkina Faso. En este medio semi-desértico los habitantes de las aldeas superan las dificultades como pueden gracias al duro trabajo de las tareas cotidianas.

Un turista puede recorrer unos 20 kilómetros al día en el País Dogon aprovechando las horas frescas y, como no, tomando cerveza de cuando e cuando, algo muy típico del lugar. Pueblos como Konsogu-Ley son sólo accesibles a pie. Si se prefiere la artesanía, nada como el pueblo de Ende.

Como último punto del recorrido por Mali, es interesante Djenmé. Esta ciudad musulmana destaca por su arquitectura realizada al 100 por cien con barro. En ella encontramos una mezquita de grandes dimensiones.

Ahora que el turismo está tan de moda, Mali es un buen lugar para evadirse de las aglomeraciones y vivir una experiencia no sólo cultural, sino profundamente pasional debido a la fuerza que desprenden sus habitantes.

ALOJAMIENTOS RECOMENDADOS

Bamako: recomendamos el Apart-Hotel Diarra Palace, en pleno centro y de lujo africano. En él podemos encontrar a Aliú, hermano de la propietaria y que puede hacer de guía porque sabe español. apparthotelniuma@yahoo.fr / www.hotel-mali.com. Le Rabelais tampoco está mal, y además dispone de cybercafé: touraine@afribonemali.net.

En Mopti es muy recomendable alojarse en el Hotel Ambedjele. Se habla español. ambedjelehotel@ambedjelehotel.com / www.ambedjelehotel.com.

Ségou: Hotel Djoliba. Las habitaciones son sencillas pero decoradas con mucho gusto. Además, dispone de un buen restaurante: zarth@afribone.net.ml/www.segou-hotel-djoliba.com.

Algo que  debe saber

La fiebre amarilla y la malaria son dos enfermedades que se pueden contraer en esta ciudad. Para evitarlo es recomendable vacunarse y adquirir las pastillas convenientes en el lugar de origen.

Lo mejores meses para visitar Malí  es  entre octubre y febrero para no sufrir el calor insoportable  de los meses de  junio a septiembre y las lluvias. EFE REPORTAJE.

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