Republicanos advierten Obama traerá más impuestos y más gasto deficitario; prometen impedirían políticas

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WASHINGTON. AP. Los republicanos advirtieron que el presidente Barack Obama traerá más aumentos en los impuestos y más gasto deficitario durante su segundo mandato y prometieron que impedirían las políticas que todo lo concentran en Washington y que ayudarán a las familias de clase media a repuntar luego de años de un crecimiento económico tibio.

El senador de Florida Marco Rubio fue el encargado de dar la respuesta republicana al informe anual del mandatario.

Rubio, un astro en ascenso en el Partido Republicano y potencial candidato presidencial para 2016, apuntó hacia sus raíces hispanas en Miami para responder a la forma en que Obama describe frecuentemente al ex candidato presidencial republicano Mitt Romney  y su partido, cuando dice que a ellos sólo les preocupan los estadounidenses más acaudalados.

“Señor presidente”, dijo el senador de Florida, “yo todavía vivo en el mismo vecindario de clase trabajadora donde crecí”.

“Mis vecinos no son millonarios. Son jubilados que dependen del Seguro Social y Medicare”, agregó Rubio en referencia al programa gubernamental de asistencia médica para los ancianos.  

“Son trabajadores que tienen que levantarse temprano en la mañana e ir a trabajar para pagar las cuentas. Son inmigrantes que vinieron aquí porque estaban permanentemente sumidos en la pobreza en los países donde el gobierno dominaba la economía”, agregó.

“Los impuestos y gastos de déficit que usted desea le quitarán a los trabajadores de la clase media su aumento salarial, beneficios y tal vez incluso sus puestos de trabajo”, agregó.

Rubio grabó el mismo discurso en español para las cadenas de habla hispana, un asentimiento a los republicanos que han dicho que deben atender su déficit de votantes hispanos para poder competir de manera efectiva con los demócratas en el futuro.

Obama ganó 71% del voto hispano en la contienda de noviembre contra Romney.    A través del político hispano, los republicanos lanzaron nuevas apelaciones a los votantes sobre la economía, promesas de refrenar el gasto federal y atender el futuro de programas sociales como el Medicare.  

El partido buscó presentarse como una fuente alternativa de políticas para hacer crecer la economía después de que el presidente arrasó en su reelección de noviembre.

Rubio instó a que Obama “abandone su obsesión de aumentar los impuestos y trabaje con nosotros para lograr este tipo de crecimiento real en nuestra economía.  Dijo que el presidente había alejado a la nación de los principios de economía de mercado libre que habían ayudado a las familias de clase media a lograr prosperidad.

“Presidentes en ambos partidos – desde John F. Kennedy a Ronald Reagan han reconocido que nuestra economía de libre empresa ha sido la fuente de prosperidad para nuestra clase media, pero el presidente Obama cree que es la causa de nuestros problemas”, afirmó.

“Él cree que nuestra crisis económica sucedió porque nuestro gobierno no cobró más impuestos, no gastó más ni controló más, y como lo escucharon esta noche, su solución es darle al gobierno más dinero para gastar”, agregó.

En una respuesta por separado del movimiento conservador Tea Party, el senador de Kentucky Rand Paul dijo que ambos partidos habían fallado a los votantes al incurrir en déficits de más de un billón de dólares.

“Washington actúa de una manera que la familia de uno nunca lo haría: gastan dinero que no tienen, piden prestado de generaciones futuras, y luego se culpan unos a otros por nunca arreglar el problema”, afirmó Paul en una declaración preparada. 

Los republicanos buscaron tipificar a Obama como demasiado confiado en el gobierno, aun cuando el presidente demostró a la nación que podría generar empleos nuevos sin aumentar el déficit federal.

Defendiendo sus políticas contra las críticas del Partido Republicano, Obama dijo que la nación necesitaba un “gobierno más perspicaz” en lugar de uno más grande y prometió incrementar el gasto federal para arreglar caminos y puentes, así como aumentar el salario mínimo. 

Tanto el discurso de Obama al Congreso como las respuestas republicanas alrededor del Capitolio buscaron posicionar a cada partido como el adalid de los estadounidenses promedio en una nación que aún lidia con un alto desempleo y una lenta recuperación económica.

Los republicanos apuntaron que la tasa de desempleo del país subió a 7,9% en enero y que la economía se contrajo a una tasa anual de 0,1% en los últimos meses de 2012. 

El presidente de la Cámara de Representantes John Boehner, republicano, dijo que Obama ofreció al pueblo estadounidense “poco más que más de las mismas políticas de “estímulo” que han fracasado en arreglar nuestra economía y regresar a los estadounidenses a trabajar.

No podemos hacer crecer a la clase media y fomentar la creación de empleos haciendo crecer al gobierno y aumentando impuestos”, agregó.

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