Republicanos prestos a explotar “debilidades” de la oposición

Republicanos prestos a explotar “debilidades” de la oposición

POR EDWARD LUCE Y DEMETRI SEVASTOPULO
En Washington

Los republicanos van a explotar la derrota de Joe Lieberman pintando a los demócratas como anti-militares y débiles sobre el tema  de la seguridad nacional, dicen observadores en Washington. Aunque las encuestas muestran que la opinión en Estados Unidos se vuelto contra la guerra en Irak, la victoria de Ned Lamont incrementará la vulnerabilidad de los demócratas ante acusaciones de que no son confiables en la guerra contra el terrorismo.

Karl Rove, el “niño maravilla” electoral del presidente George W. Bush, ha tratado de destacar las divisiones dentro del Partido Demócrata sobre Irak al acusarlo de ser el partido del “pisa y corre”. Después de la derrota del señor Lieberman, se espera que surja una presión sobre los líderes demócratas para pedir una retirada temprana de los 132,000 soldados norteamericanos en Irak.

 “El señor Rove se está frotando las manos de gozo”, dijo Norman Ornstein, en el conservador American Enterprise Institute, en Washington. “Esto le facilita a los republicanos presentar a los demócratas como un partido de pacifistas elitistas comprometidos con los `bloggers´ izquierdistas del Internet, que no solo se oponen a la guerra de Irak, sino que son abiertamente anti-militaristas”, añadió. Algunos republicanos ya están trazando paralelos con las elecciones de 1972 en las cuales George McGovern, el candidato demócrata que se opuso a la impopular guerra en Vietnam, fue sonoramente derrotado por Richard Nixon, el presidente en funciones que cargó con gran parte de la responsabilidad de la dirección de la guerra. Entonces, como ahora, los republicanos pintaron a sus rivales como anti-militaristas, en general, en lugar de opuestos a una guerra en particular. 

 “Con la nominación de Lamont, los demócratas han vuelto a sus raíces”, escribió ayer David Frum, un ex escritor de discursos de Bush, en su “blog” conservador, ampliamente leído. “Basta de `God Bless America´ en las escaleras del Capitolio para ellos. Ellos son de nuevo el partido del congelamiento nuclear y la retirada incondicional, y de George McGovern”. 

Sin embargo, la administración Bush también esta batallando con divisiones internas entre los republicanos sobre Irak, alimentadas por la creciente alarma pública sobre el potencial de una guerra civil en Bagdad, donde las fuerzas estadounidenses e iraquíes se encuentra en medio de una operación conjunta para restablecer el orden.

John McCain, el senador republicano, dijo la semana pasada que las fuerzas de EEUU estaban jugando “Whac-a-Mole” -un juego popular en el cual usted golpea un topo en la cabeza hasta que sale por otro agujero- después de la decisión de desplegar tropas de Mosul en Bagdad. De igual forma, Chuck Hagel, otro senador republicano, dijo: “¿Vamos a situar nuestras tropas en el centro de una guerra civil? ¿A quién van a combatir? Esto será una carnicería de proporciones inmensas.”

Wayne White, un miembro del Grupo de Estudio sobre Irak-una comisión pedida por la Casa Blanca para evaluar la situación en Irak-, dice que la política norteamericana de desplazar tropas en el país para apagar llamaradas, en lugar de incrementar los niveles de tropas, en general, se parece más a “robarle a Pedro para pagarle a Pablo”.

Sin embargo, los demócratas no pueden capitalizar el desencanto de la población con la situación en Irak para traducirla en votos. “Si la guerra en Irak empeora y la situación en el Líbano también, esto dará ventaja a los republicanos”, dijo Michael Lind, de New American Foundation, un centro de análisis. “Siempre que los norteamericanos se sienten inseguros, los republicanos se benefician. El señor Rove verá la victoria de Ned Lamont como una gran oportunidad para aprovechar esa inseguridad”. (Trad. IPC)

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