Washington.- Republicanos en la Cámara de Representantes batallaron el miércoles para conseguir el apoyo en la creación de una junta de control financiero que ayude a Puerto Rico a lidiar con una deuda de 70.000 millones de dólares, al tiempo que buscaron evitar dar una imagen de colonialismo.
Funcionarios del gobierno de Barack Obama advirtieron en una audiencia el miércoles que la isla enfrenta un colapso financiero total si el Congreso no interviene.
Los republicanos coinciden en la urgencia del asunto, pero han enfrentado la oposición tanto de liberales como de conservadores mientras tratan de armar una legislación que ayudaría al territorio estadounidense a recuperarse de una década de problemas financieros.
La legislación presentada por la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes esta semana crearía una junta de control que tendría la autoridad para auditar al gobierno puertorriqueño y poner orden en los planes de finanzas.
Permitiría que la junta haga posible una reestructuración de deuda ordenada por la corte, si bien no otorga a la isla la amplia autoridad de bancarrota que los funcionarios del territorio habían esperado. No gastaría dinero para rescatar a Puerto Rico.
“Desafortunadamente, debido a que la situación se ha tornado tan extrema, ahora se requieren amplias reformas”, dijo el presidente de la Comisión, Rob Bishop, republicano por Utah. Al redactar el borrador de la propuesta, los legisladores republicanos han tratado de satisfacer al gobierno de Puerto Rico, a los acreedores y a los miembros conservadores de su camarilla política.
A los demócratas y a los funcionarios puertorriqueños les preocupa que la nueva junta tenga demasiada autoridad, lo que generó reminiscencias de colonialismo. Al mismo tiempo, algunos conservadores han objetado a la reestructuración de la deuda. Se espera que el comité someta el proyecto de ley a votación el jueves. Con la esperanza de recibir el apoyo de sus colegas republicanos, el presidente de la cámara baja, Paul Ryan, de Wisconsin, rápidamente respaldó la legislación.
“El Congreso tiene una responsabilidad constitucional y financiera para acabar con el caos imperante en el territorio estadounidense, un caos que pronto podría causar estragos en los mercados de bonos estadounidenses”, declaró Ryan. Los miembros republicanos de la comisión afirmaron que es necesaria una fuerte junta de control financiero para la recuperación económica de la isla. Pero al presentar el borrador más reciente, aseguraron que tratan de evitar un enfoque colonialista.
La comisión consultó a Anthony Williams, quien como alcalde del Distrito de Columbia trabajó con una junta de control similar a finales de la década de 1990. En la audiencia, Williams dijo que “muchos de los principios que hicieron exitosa la comisión del D.C. son también elementos clave de la legislación de supervisión puertorriqueña”. Un borrador anterior presentado por la comisión en marzo enfrentó objeciones de todas las partes.
La nueva versión de la ley aumentaría el tamaño de la junta, de cinco a siete miembros, y los dos integrantes adicionales serían elegidos por el partido minoritario en la Cámara de Representantes y en el Senado, lo que parece diseñado precisamente para atraer el apoyo de los demócratas que se habían opuesto a la propuesta.
La dirigente de la minoría demócrata en la cámara baja, Nancy Pelosi, dijo que la versión impondría “un control indebido y antidemocrático” sobre el gobierno puertorriqueño.