Clive Crook
Los republicanos acusan a Barack Obama, presidente de Estados Unidos, de tratar de transformar a este país  en Europa. La acusación lastima; debido a que a E.U. le gusta pensar que es excepcional, y porque la misma no es infundada. Indisputablemente, la exhaustiva reforma de asistencia de salud fue un movimiento en dirección hacia Europa. Aunque avergonzados por decir eso, muchos demócratas desean que E.U. se involucre más cerca con la norma europea.

¿Pero, cuál norma europea? Hay demasiadas. Este es un hecho no entendido apropiadamente en E.U. ¿Qué sucedería si América pudiera centrarse con la norma equivocada? Este escenario que parece raro, sin embargo, no es tan difícil de prever.

Para comenzar, la distancia entre E.U. y Europa en general se vuelve exagerada. Para estar seguros, la distancia sí está ahí. A lo largo de toda Europa, los votantes por mucho tiempo habían visto la asistencia de salud como un derecho básico. Este aspecto de la excepción americana siempre los golpea de forma extraña. Pero en otras formas, los gobiernos de Europa, tanto izquierdistas como derechistas, e igualmente todos los del medio, han encontrado mucho que admirar del capitalismo americano.

La verdad es, que el mercado para ese modelo está un poco deprimido por el momento, pero se recuperará. Mientras tanto, muchos países europeos se han movido, por así decirlo, fuera del medio británico y norteamericano. Por años sus gobiernos se privatizaron y se desrregularon. Ellos redujeron los impuestos sobre las empresas, bajaron las altas tasas de impuestos sobre la renta. Muchos trataron, en pocas palabras, de moverse hacia el oeste, y para algún efecto. Tomará más que la Gran Depresión para empujarlos de vuelta.

Por su parte, aún antes de que Obama reviviera las ambiciones de los demócratas de E.U. estuvo también moviéndose hacia el exterior. Cuando los comentaristas veían el tamaño del gobierno de E.U. y de Europa, a menudo ellos medían el gasto federal de E.U. contra el gasto gubernamental consolidado. Comparados como similares agregando al estado de E.U. y el gasto gubernamental local, que es grande y en evolución: el vacío se reduce.

Las cifras actuales están confusas por el aumento temporal masivo en el gasto de E.U., sólo hay que mirar el 2007. El gasto gubernamental temporal de E.U. ese año fue de un 37% del producto interno bruto. El de Alemania fue de 44%. Un grupo de pequeñas economías europeas más pequeñas gastaron aproximadamente lo mismo que E.U. El promedio de la eurozona fue de 46%. Realmente había una distancia, pero era menor al vasto océano. (Por cierto, en dólares por cabeza ajustados por el poder de compra, el gasto gubernamental general de E.U. se colocó bien arriba en la gráfica: más alto que en Alemania, Italia y Reino Unido, por nombrar sólo tres) y los demócratas todavía no estaban en el poder.

En la actualidad, considerando el alcance de las ambiciones de Obama, y los riesgos fiscales de la reforma de asistencia de salud, nuevos impuestos, incluyendo un impuesto de valor agregado, están comenzando a ser discutidos. La idea de que E.U. puede encontrar ciertas partes de Europa cruzando desde el otro lado no requiere una extrema imaginación.

Muy posiblemente, si esto sucede, E.U. puede beneficiarse con los resultados. La convergencia en el gasto público, no obstante, no es el aspecto más interesante de esta especulación. Lo que realmente importa es cuál norma europea es que E.U. estará liderando. Aquí es que yo pienso que radica el mayor peligro.

Con los años, algunos países europeos han sido más exitosos que otros en combinar el crecimiento con las intervenciones con el objetivo de frenar la pobreza y la desigualdad. Los términos de esa compensación fueron más suaves en países tales como Dinamarca y los Países Bajos que en Gran Bretaña. Porque en parte esto quizás puede ser una conjetura; pero hay evidencia de que la cohesión social y la solidaridad hicieron la diferencia. La dirección social, incluyendo fuertes uniones comerciales, han funcionado bien cuando han sido apoyadas por un consenso centrista. Agregue desde instituciones similares hasta sociedades divididas o adversarias, y las cosas van mal.

Los europeos acostumbraban a reírse de las políticas de E.U. porque parecía no importar si los demócratas o republicanos estaban en el poder. Las políticas estaban vivas pero los partidos no estaban limpiamente divididos en líneas ideológicas. La continuidad era posible. Comparando este con el periodo pre-1997 de Reino Unido, hasta incluir a Margaret Thatcher, la líder conservadora, el péndulo político chocaría de aquí para allá, de acuerdo si los laborales o conservadores estaban en el poder. Décadas de oscilaciones pusieron al país muy débil.

Estos estereotipos parecen haberse combinado. Los laborales y los conservadores se han unido en el medio post-Thatcher, estimulando a los resucitados demócratas liberales. Los demócratas y republicanos se han movido aparte y resolvieron que “las elecciones tienen consecuencias”. Los partidos de E.U. no tienen ideologías que coincidan y el terreno medio ha sido abandonado. Las políticas de E.U. son más polarizadas de lo que cualquiera pueda recordar. Por suerte, la constitución proporciona cheques y balances.

E.U. es la idea de nadie de un país homogéneo. No escindido por clases en el sentido británico, sino que está divido por grupos de interés, por afiliación cultural y por raza. La guerra de culturas no ha cesado: ellos están siendo combatidos en nuevos frentes. Como por ejemplo en las relaciones industriales, piense como las reducidas uniones del país destruyeron la industria automotriz de E.U. A este respecto, E.U. tuvo más en común con Gran Bretaña alrededor del 1975 que con Alemania o Escandinava. El  Obama ve las fuertes uniones como buenas para el crecimiento y la igualdad. En partes de Europa, tal vez. En E.U., así como en Gran Bretaña, yo creo que no.

Los americanos son verdaderamente excepcionales. La energía, el manejo, la ética de trabajo, aunque no dicen nada de hospitalidad, están preprogramados. Conocer la gente es entender los maravillosos logros de este país. Pero con el cruce de la turbulencia americana con las políticas polarizadas y las ambiciones europeas, es mejor tener cuidado.

La cifra

37% Fue  el  gasto gubernamental temporal de E.U. en el año. Mientras el promedio de la eurozona fue de 46%.

Las claves

 1.  Comparaciones

Cuando los comentaristas veían el tamaño del gobierno de Estados Unidos y de Europa, a menudo ellos medían el gasto federal de Estados Unidos contra el gasto gubernamental consolidado. Comparados como similares agregando al estado de Estados Unidos y el gasto gubernamental local, que es grande y en evolución: el vacío se reduce.

2.  Políticas de EEUU

Los europeos acostumbraban a reírse de las políticas de Estados Unidos porque parecía no importar si los demócratas o republicanos estaban en el poder. Las políticas de Estados Unidos estaban vivas pero los partidos no estaban limpiamente divididos en líneas ideológicas. La continuidad era posible.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE  ROSANNA CAPELLA