CIUDAD DE GUATEMALA. AFP. Cuatro poblados del sureste de Guatemala amanecieron ayer bajo estado de excepción, tras enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y opositores al proyecto de explotación minera concedido a una empresa canadiense, el más reciente de una serie de conflictos.
«En esos lugares se han cometido asesinatos, secuestros y se han destruido bienes del Estado y de la propiedad privada (…) Yo no voy a permitir que siga caminando de esa forma», dijo el presidente Otto Pérez al anunciar su decisión de «implantar el estado de excepción».
Con la medida, que regirá por 30 días y abarca a los municipios de Jalapa y Mataquescuintla, en el departamento de Jalapa, así como en Casillas y San Rafael Las Flores, en el departamento de Santa Rosa, la seguridad está controlada por el Ejército y se restringirán los derechos de manifestación, porte de armas, libre locomoción y asociación.
En los cuatro poblados han ocurrido este año choques entre las fuerzas de seguridad y opositores a la mina que será explotada por la empresa canadiense Tahoe Resources.