BOGOTA, (AFP) – Con piedras, palos y algunas bombas incendiarias, miles de personas, en su mayoría jóvenes, se enfrentaron a la Policía, y rompieron vitrinas del centro del Bogotá, como forma de mostrar su rechazo a la presencia del presidente estadounidense George W. Bush en suelo colombiano.

   Los manifestantes, que se concentraron a 1,5 km del Palacio Presidencial, donde el presidente Alvaro Uribe recibía a su homólogo estadounidense, desataron el enfrentamiento cuando se enteraron que Bush había llegado a Bogotá para una visita de siete horas.

   “Bush, el hijo de puta ya llegó”, fue el coro que estalló hacia el mediodía, cuando el avión presidencial estadounidense aterrizó en el aeropuerto internacional El Dorado. A partir de ahí sólo transcurrieron unos minutos para que detonaran los enfrentamientos.

   Los manifestantes se lanzaron contra las vallas metálicas que rodeaban la concentración y las arrojaron contra unos 300 policías antimotines apostados en el lugar, la intersección de la avenida séptima con la calle 26, donde comienza el centro de la ciudad.  Durante cerca de media hora los antimotines soportaron el embate de los manifestantes que les lanzaron piedras, palos, algunas bombas molotov y hasta tapas de alcantarillas, un poste de alumbrado público que lograron arrancar y bancas del pequeño parque del lugar, constató la AFP.

   Luego, dos blindados lanzaron los primeros chorros de agua a presión y gases lacrimógenos, lo que le dió a los antimotines el apoyo para empezar a avanzar contra los manifestantes que empezaron a replegarse hacia el sector norte de la ciudad por la misma vía.

   La persecución de los antimotines y el repliegue de los manifestantes, en medio del violento enfrentamiento, se extendió por más de diez cuadras, a lo largo de las cuales algunos rompieron las vitrinas de cerca de un centenar de comercios y bancos.

   Algunos locales sobre la avenida séptima quedaron prácticamente destruídos, luego que los manifestantes ingresaron y los saquearon, quemando en la vía muebles y máquinas de cajeros electrónicos.

   Ante el firme avance de los policías antimotines empezaron a dispersarse por calles aledañas tratando de acceder a las cercanías del Palacio Presidencial.

   La violenta manifestación dejó al menos dos jóvenes heridos y 25 detenidos, según un informe inicial de la Policía.

   Previo a los violentos choques, en el punto de la concentración los cerca de 5.000 manifestantes, convocados por la Central Unitaria de los Trabajadores (CUT, la principal agremiación sindical del país) y el opositor partido Polo Democrático Alternativo (PDA, izquierda), quemaron banderas estadounidenses.