Repudio y preocupación

Repudio y preocupación

La censura previa que a instancias del poder político ha aplicado la Justicia de Venezuela  contra medios de comunicación de ese país, parece anunciar  una trama de alcances mayores en perjuicio de la libertad de expresión y difusión del pensamiento. La escalada nace disfrazada en un supuesto interés de proteger a los ciudadanos, especialmente los niños, de la crudeza de las historias y gráficas sobre violencia divulgadas en medios periodísticos. Comienza con “El Nacional”, sigue con “Tal Cual” y más adelante se generaliza.

La intención de censura más allá de las motivaciones que pretenden justificar la sentencia, queda al desnudo con antecedentes específicos de actos del Gobierno venezolano contra medios de comunicación y contra la disidencia de amplios sectores ante políticas oficiales. La acción de fuerza se ha ejercido contra dos medios frecuentemente críticos del Gobierno que lidera el Presidente Hugo Chávez y  sus actuaciones.

Prohibir las imágenes de los actos de violencia que abundan en Venezuela es una prolongación de otras prohibiciones contra derechos amplamente reconocidos. Ninguna medida que pretenda coartar el derecho a conocer la verdad puede ser disfrazada de protección para la población. Esta censura, aparentemente torpe, merece  repudio y genera mucha preocupación.

Discriminación en  los derechos

Los derechos de los ciudadanos y sus organizaciones legítimas son medidos con diferentes raseros. No hay igualdad de derecho entre los que se identifican con causas políticas ligadas al poder y los que son contestatarios a esas causas, o pretenden protestar por lo que consideran injusto o perjudicial para sus intereses. La validez del derecho a manifestarse está sujeta al pro o al contra de los objetivos.

Veamos. La pasada semana, el Colegio de Artistas Plásticos y los choferes sindicalizados, en circunstancias separadas, fueron impedidos  por la fuerza pública de llegar al Palacio Nacional a entregar sendos documentos de protesta. En cambio, el lunes de esta semana quienes promueven la reelección del Presidente Leonel Fernández pudieron permanecer todo el tiempo que quisieron ante el Congreso, insertando en un acto solemne una nota muy cuestionada. ¿Ven, que no se miden los derechos con la misma vara?

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