Reputación Chirac en tela de juicio

Reputación Chirac en tela de juicio

PARIS (AFP).- La credibilidad del presidente francés, Jacques Chirac, fue puesta de nuevo en tela de juicio ayer, jueves, debido a informaciones que sitúan al jefe de Estado y a su primer ministro, Dominique de Villepin, en el centro de un escándalo que amenaza con derrumbar al gobierno de este país.

El diario Le Monde publicó las notas escritas por un ex responsable de los servicios de inteligencia, el general Philippe Rondot, durante sus reuniones con responsables del gobierno entre 2003 y 2005, unos documentos que “acusan a los más altos responsables del poder ejecutivo”.

Políticos, ex ministros, agentes secretos, jueces y misteriosos informantes son los protagonistas del llamado escándalo Clearstream, un simple asunto económico convertido en un “Watergate a la francesa” o si se prefiere en una verdadera telenovela que amenaza con agriar definitivamente o incluso adelantar el fin del segundo mandato de Chirac, que expira en 2007. En 2004, un juez francés recibió una lista de un informante anónimo con nombres de políticos que supuestamente poseían cuentas bancarias en Luxemburgo, vía la sociedad francesa Clearstream y gracias a comisiones ilegales recibidas.

Meses después, se demostró que las informaciones eran falsas pero al parecer esta lista fue usada como excusa para perjudicar a varios políticos de cara a las elecciones presidenciales del 2007. En sus apuntes, confiscados por los jueces a cargo de investigar este asunto, Rondot habla de “instrucciones” dadas por Jacques Chirac para investigar a políticos de la lista, entre ellos el actual titular de Interior, Nicolas Sarkozy.

Sin embargo, el presidente francés desmintió en dos ocasiones que hubiera intervenido en este asunto y este jueves sus consejeros volvieron a dejar sin valor estas afirmaciones.

Las notas del ex agente secreto muestran también cómo Villepin insistía en implicar en el escándalo a Sarkozy, pese a que había quedado demostrado que éste estaba exento de culpa. “D de V (Dominique de Villepin) estima que pese a las verificaciones negativas, ‘hay algo, porque todo el mundo se agita’”, escribió el ex agente secreto, que tenía la manía de tomar notas durante estas reuniones.

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