Réquiem es la misa por un difunto y hay quienes ya están pensando en el entierro de Huawei. Penosamente hay quienes solo pueden pensar en términos ideológicos pero hoy en día el problema es más complejo que el tema de las ideologías. Para algunos si EEUU lo dice es suficiente, no importan las pruebas, para otros eso significa inmediatamente descalificación.
Dar argumentos que contradigan la percepción norteamericana hay quienes no pueden asimilarlo de otra manera que no sea ideológica. Investigar, oír criterios, buscar otras opiniones ayuda necesariamente a entender mucho mejor los dilemas de nuestros tiempos. Son muchas las voces que se han dejado escuchar en EEUU, nada simpatizantes con el fenómeno tecnológico chino, ni con China, que advierten lo que puede venir por delante.
Nadie ni nada puede destruir a largo plazo un gigante tecnológico sea de donde sea, digámoslo más claro, sea chino o estadounidense. Siempre tendrán recursos para sobrevivir y hasta avanzar. En el caso de Huawei se trata de un espectacular emporio de tecnología, por ello mismo se le ataca, y habrá de tener consecuencias indeseables para quienes la acorralan, y ello pensando estrictamente en términos corporativos sin tener en cuenta las reacciones políticas de la nación que ve como se ataca a una empresa emblemática. Las contramedidas vendrán como ha sucedido en el enfrentamiento arancelario que tiene asustado a los organismos internacionales y a las grandes potencias. El pasado año Huawei adquirió 11 mil millones de dólares de componentes estadounidenses para sus equipos; ¿Qué hará ahora?, ¿seguirá comprándolos?, ¿y el angustioso déficit comercial de EEUU precisamente con China? Meses atrás la compañía había advertido que importaba de EEUU el 50% de los chips que utiliza pero que el otro 50% es propio. En consecuencia se puede autoabastecer. La gerencia de Huawei ha señalado que tiene el liderazgo en tecnología 5G, origen en buena medida de los ataques que sufre, y recuerda, con lo que coinciden muchos alrededor del mundo incluyendo EEUU, que otros no podrán alcanzar su nivel “al menos en dos o tres años”. China puede limitar, o cerrar el acceso a su mercado de la competencia estadounidense y algo que preocupa a muchos cuando recuerdan que China tiene el monopolio mundial de las llamadas “tierras raras”, un material imprescindible para la aplicación en alta tecnología, por lo que podría limitar sus exportaciones.
De acuerdo con informes entre 2013-2018 China atrajo el 60%de inversiones globales en inteligencia artificial. En octubre 2018 el China Development Bank destinó 14,550 millones de dólares al desarrollo digital. Solo es una fracción de lo que está haciendo. Después del bloqueo de Google hace solo 4 días Huawei lanzó en Londres un nuevo móvil, el Honor 20 con gran impacto mediático y novedosa tecnología. China está determinada a asumir el liderazgo tecnológico desde ya y nada frena esa capacidad y derroche de tecnología y recursos. Es más práctico acompañarla. No es una humillación, es pragmatismo. Después del golpe Trump anunció una “tregua” de tres meses para acomodar los hechos o quizás declinarlos. Puede que la medida no vaya más allá de la pataleta de algún asesor.