Discurría el año de 1941. Apenas se había iniciado la década de los años 40.  La Segunda Guerra Mundial estaba en su efervescencia inicial con el arrollador avance de los ejércitos alemanes de Hitler. Los dominicanos se encontraban divididos en dos bandos: los pro Nazis  y los anglófilos o aliados.

Yo acababa de cumplir los maravillosos 15 primeros años de mi vida longeva y agerásica. En aquel entonces me convertí en dibujante y acabé preparando las propagandas diarias de las películas para el cine Roxi en Moca. Estimulado por su administrador, don César Rojas, me apasioné por la música y la buena lectura. De ahí me llamó la atención una revista que se comenzaba a publicar en español, las Selecciones de Reader’s Digest.

Selecciones publicaba mensualmente artículos condensados. Lo que más me atraía, en mi edad de aquel momento, eran las anécdotas, citas, humorismo, gajes que ponían al pie de cada artículo. Para mi la sección de libros fue una fuente muy valiosa, ya que los libros así condensados me permitían una lectura rápida, comprensiva y asimilable.

Obras tales como Stalim, Zar de todas las Rusias, El Vencedor de los Mares de Stefan Sweing, Biografía de Winston Churchill de René Kraus, para Ganar Amigos de Dale Carnegie y otros, me forjaron un interés especial por la lectura. Sin embargo, fueron dos libros, La Noche Quedó Atrás de Jan Valtin con los horrores de la guerra y Por que Corres Samuelito, de Budd Schulberg, acerca de las vivencias en los estudios cinematográficos los que me impactaron inmensamente.

Me convertí en asiduo comprador mensual, por diez centavos cada ejemplar de Selecciones, que en Moca me las suministraba la señora Argentina Rosario. Un número muy especial que recuerdo, fue el de febrero de 1941, cuando se hizo una publicación del listado de las principales emisoras norteamericanas con programación en onda corta en idioma español como la NBC, CBS, WCAU Broadcasting, Crosley Corporation, General Electric en Schenectady, Westinghouse, etc.

Fue la época esplendorosa del Charro Gil, Eva Garza y un trío que se hizo famoso por varios años que fue el de Los Panchos, otra orquesta muy reconocida fue la de Terig Tucci.

Luego, en mis viajes por todo el continente, buscaba los ejemplares que me faltaban o se había deteriorado con el paso de los años. De esa manera, en julio de este año noté que no había aparecido en los estantes de los puestos de venta el número del mes. Tengo en mi poder la colección completa de Selecciones en Español, siendo el ejemplar más caro el primer número de diciembre 1940, que lo adquirí en Bogotá, Colombia, por $15 dólares.

Al notar la ausencia de Selecciones llamé a su distribuidor local, que no pudo darme ninguna explicación.

Me dirigí por correo electrónico a la casa matriz en Miami, allí me dieron la infausta nueva del cese de la publicación para reemplazarla por People en Español. Luego, en El País de Madrid, me enteré que la compañía de Reader’s Digest se había acogido a la ley de protección de empresas en quiebra al cesar el pago de sus acreencias. La crisis mundial le dio el tiro de gracia a una gran publicación, que por 69 años, deleitó a miles de lectores en el continente.

Me honra poseer en mi biblioteca la colección completa de una fuente inagotable de conocimientos y nostalgias.