Resalta debilidad instituciones RD

Resalta debilidad instituciones RD

POR MARIO MÉNDEZ
El padre José Luis Alemán afirmó ayer que la situación institucional del país es mala y quizás, vista desde el exterior, hasta pésima. Al participar como orador invitado al almuerzo de la Cámara Americana de Comercio, Alemán dijo que varios estudios serios han mostrado hasta la saciedad la debilidad de las instituciones públicas de América Latina y en especial de la República Dominicana.

 Señaló que el estudio del PNUD sobre la democracia en América Latina, elaborado sobre entrevistas a presidentes y altos funcionarios públicos  «llamó la atención sobre la existencia de poderosos «poderes fácticos»  (ciertos grupos empresariales, medios de comunicación, partidos y en menor grado iglesias y militares) que influyen directa aunque  extralegalmente en  nuestros gobiernos».

También indicó que el informe del 2005 del «World Economic Forum escribe al comentar el resultado de su Indice de Competitividad Empresarial (Business Competitiveness Index),  sofisticación de los negocios y  calidad del ambiente nacional en que se mueven las empresas, que ‘la República Dominicana continúa -año 2005- su tendencia al deterioro (descenso de 11 posiciones respecto al 2004)’ y figura en el puesto 101 de 116 países evaluados».

«Los principales tópicos examinados del ambiente nacional son calidad de la burocracia, restricciones a la propiedad extranjera y corrupción», señaló.

Asimismo, Alemán planteó que la investigación del CUEPS-PUCMM  (2004) sobre la desconfianza en las instituciones públicas y en sus dirigentes señala como factores que la impactan la baja calidad de los servicios públicos, la percepción de desigualdad jurídica y el pobre funcionamiento de los derechos humanos».

Explicó que «la situación implícita que subyace el convenio de reformas institucionales entre el FMI y el Gobierno Dominicano singulariza la falta de licitación  impugnable en el otorgamiento de contratas e inversiones públicas, la deficiente transparencia y pobre monitoreo de las operaciones en efectivo de todo el sector público, el manejo discrecional del presupuesto por el Ejecutivo, la pobre calidad de las oficinas reguladoras del sistema bancario, la no liquidación de bancos quebrados y la lentitud  del sistema judicial en juzgar a los responsables de quiebras».

Alemán también planteó que  «Dani Rodrick, reconocido profesor de Economía de la John J. Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard, ha diseñado un modelo en el cual el crecimiento económico depende de cinco variables multidimensionales: calidad institucional (derechos de propiedad, tribunales, corrupción, sistema impositivo, riesgos macroeconómicos), calidad  empresarial , capital humano, infraestructura  y financiamiento».

Agregó que el primer paso en el manejo del modelo consiste en identificar cuál de esas variables frena más la tasa de crecimiento económico cuando ésta se hace negativa.

Indicó que Rodrick analiza tres países latinoamericanos que entraron en crisis de crecimiento: Brasil, El Salvador y República Dominicana.

«El problema principal en Brasil parece haber sido deficiencias de financiamiento, calidad empresarial en  El Salvador y calidad de las instituciones y del sistema regulador en República Dominicana», precisó.

Alemán explicó que el trabajo de Rodrick, publicado en noviembre del 2004, probablemente tomó como base de su juicio sobre República Dominicana el índice del World Economic Forum para el año 2002 que ha sido bien estudiado por un colega suyo de Harvard, el Profesor Joaquín Vial (República Dominicana: Estrategia Nacional de Desarrollo y Competitividad, Harvard University -FUNGLODE, 2004)». Explicó que Vial halló que República Dominicana ocupaba sistemáticamente en calidad de las instituciones públicas y en el subíndice de Riesgo de Crédito una posición inferior a la de 59 de los 80 países indicados.

«Las únicas instituciones públicas que estaban pasablemente situadas (posiciones 32 y 43 en dos indicadores de  solvencia y sofisticación) fueron, paradójicamente, las del sistema financiero», señaló.

Sin embargo, dijo que «un año más tarde estas posiciones caían en picada víctimas de la crisis bancaria del 2003. Explotó entonces la crisis institucional bancaria  que nos ha precipitado en el año 2005 al puesto 102 de 115 países, o sea 101 de ellos están en mejor  y sólo 13 en peor situación competitiva que nosotros».

Al abordar los objetivos económicos que buscan las reformas institucionales acordadas por el Gobierno y el Fondo o los países signatarios del CAFTA-RD, Alemán explicó que las instituciones, entre ellas las económicas,  son como reglas de juego formales e informales que expresan pautas que constriñen la libertad de las personas presionándolas a actuar de  maneras deseadas por la sociedad y amenazando con condenas sociales a quienes muestren conductas contrarias.

«Las instituciones sólo son eficientes, es decir presionan eficazmente su cumplimiento, si son  aceptadas por los miembros de una sociedad y si el Estado u otras instancias sociales de reconocida solvencia (prensa, opinión pública, iglesias…) las interpretan consistentemente  y los tribunales  castigan desviaciones importantes», explicó.

Agregó que estas dos  condiciones necesarias de eficiencia chocan  frecuentemente con la pluralidad de grupos sociales de intereses  e ideología diferentes y con la práctica falta de autoridad del Estado.

Consideró que la conservación de instituciones sociales depende del papel de árbitro del Estado y de las pocas instituciones, con frecuencia iglesias y medios de comunicación, que pueden crear una legitimación ética o funcional de reglas universales de juego .

«Cualquier pérdida de credibilidad del Estado, de los tribunales, de las iglesias, de los medios de comunicación y hasta de  organizaciones representativas de intereses comunes por  vincularse con  grupos sociales particulares, mina automáticamente la institucionalidad pública», precisó.

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