La distribuidora de electricidad Luz y Fuerza, de Las Terrenas, Samaná, respaldó la denuncia de la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) y de la Comisión Nacional de Energía (CNE) sobre los obstáculos de la Superintendencia de Electricidad (SIE) a las distribuidoras y se quejó de que en su caso el organismo regulador intentó boicotear el desarrollo de un proyecto de energía eólica apoyado con fondos de los Estados Unidos.
Indicó que la SIE se tomó ocho meses para responder una solicitud de permiso para la línea de interconexión entre Las Galeras y Las Terrenas, de Samaná, que permitiría la ampliación del Parque Eólico Profesor Juan Bosch, cuyo primer generador opera comercialmente desde el 2007.
Explicó que la respuesta ofrecida no fue para otorgar el permiso, sino para indicar cuáles eran los pasos que debían darse para someter de nuevo la petición, bajo un complejo procedimiento, y colocar al país al borde de perder un aporte de US$2.5 millones.
El director legal de Luz y Fuerza, Froilán Tavares Cross, definió ese hecho como el último eslabón de una cadena de desconsideraciones que durante los últimos años y de manera inexplicable ha recibido la empresa por parte de la Superintendencia.
Criticó la decisión de la SIE de suspender los trabajos de instalación de líneas de distribución de Luz y Fuerza en el área entre las zonas La Barbacoa y El Astillero, bajo el argumento de que existe un conflicto entre dos distribuidoras.
Agregó que mientras la SIE ordenó paralizar los trabajos de Luz y Fuerza, permitió que Edenorte terminara la extensión de sus redes desde Samaná hasta El Limón para dar energía subsidiada a Progreso El Limón, ya que esta compañía no cuenta con generación propia sino la que suministra el Estado bajo condiciones privilegiadas.