Resalta vigencia Hipólito

Resalta vigencia Hipólito

POR ELIAS RUIZ MATUK
El sociólogo Frank Marino Hernández dijo ayer que el ex presidente Hipólito Mejía tiene hoy más energía que nunca «y para bien o para mal, es un factor que no se puede descartar o ignorar, porque en países como los nuestros, los políticos nunca mueren y mantienen sus simpatías».

«Cuando uno abre un periódico y busca las esquelas mortuorias, se encuentra con que entre los que invitan a un funeral o una misa, se encuentran los esposos o los hijos de la persona fallecida, como si estuviesen vivitos y coleando, y por eso ha revivido el ex presidente Mejía, a quien se consideraba acabado al salir del poder», añadió Hernández al ser entrevistado en el programa Enfoque Semanal, que produce el periodista Julio César Jerez Whisky.

A juicio de Hernández, Mejía es uno de los principales dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y por eso mantiene simpatías en un amplio sector de la población.

Consideró que el doctor Leonel Fernández,. «es un presidente de lujo» y que «el gobierno debe ser un caleidoscopio, donde las figuras se mueven y se recomponen para que tenga éxito, y por eso el presidente Fernández necesita gente que le ayude a resolver los graves problemas del país y alcanzar las metas de desarrollo que se ha trazado».

Asimismo, Hernández manifestó que para ello el presidente Fernández requiere del apoyo de todos los sectores de la vida nacional.

En otro orden, el sociólogo advirtió que aunque hay personas que entienden que el Congreso debe ser cerrado, hacerlo sería un atentado a la constitucionalidad de la República. «En las actuales circunstancias, el Congreso es un mal menor que no debe tocarse y se debe mantener funcionando, como contrapeso al poder unilateral de un gobernante que surge cuando se clausura el poder legislativo», sostuvo.

Consideró que el país cuenta con reservas éticas y morales que le permitirán salir adelante, porque en estos momentos lo que se requiere es que los hombres buenos ocupen las posiciones dirigenciales, ya que los partidos tradicionales han perdido el apoyo del pueblo.

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