Con el fallecimiento ayer de la maestra Zoraida Heredia viuda Suncar, a los 93 años de edad, el sistema educativo nacional pierde a una de sus figuras más emblemáticas y reconocidas.
Con el fallecimiento ayer de la maestra Zoraida Heredia viuda Suncar, a los 93 años de edad, el sistema educativo nacional pierde a una de sus figuras más emblemáticas y reconocidas.
La educadora murió en la madrugada de ayer en la clínica Abreu, por complicaciones cardíacas, luego de haber sido sometida a una operación en la cabeza, a consecuencia de golpes sufridos en una caída.
Estuvo casada con el escritor y educador Manuel Emilio Suncar, con quien procreó dos hijos: Bárbara y Héctor Suncar Heredia.
Una vida para educar. Zoraida Heredia nació en Santo Domingo en el año 1917 y desde muy joven se integró al sistema de educación pública, donde también se destacó como autora de textos de enseñanza básica.
Escribió los emblemáticos textos infantiles Tatica y Fellito, de la colección Por el Mundo del Cuento y La Aventura, que abarca A la escuela, Amigos de aquí y de allá, y A jugar y a gozar, así como otros editados durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.
En una entrevista que concedió recientemente a reporteros de este diario, la maestra recordaba el respeto, orden y limpieza que reinaba en los centros educativos en los años de la dictadura. Compartió varias anécdotas sobre las jornadas obligatorias de captación de estudiantes casa por casa, que era una responsabilidad de profesores.
Heredia viuda Suncar era doctora en Derecho, egresada de la Universidad de Santo Domingo, donde ejerció varias funciones administrativas.
Fue viceministra de Educación, vicecanciller de la República y enlace entre el Gobierno y las Naciones Unidas para el establecimiento del Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación para la Promoción de la Mujer (INSTRAW).
De trato afable y amistoso, Heredia viuda Suncar era excelente conversadora y hasta sus últimos días gozaba de sorprendente lucidez, concepto que apoyo sus parientes José y Luis Heredia Bonetti, presentes en el velatorio.
Reconocimientos. Heredia viuda Suncar recibió decenas de reconocimientos por su labor educativa y en la función pública, que colgaba en las paredes de su residencia del sector Mata Hambre.
Fue distinguida con la Medalla al Mérito del Poder Ejecutivo; por el Ministerio de la Mujer, la Cámara de Diputados, por sus compañeras y ex alumnos, entre otras.
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Un ejemplo
Para la ministra de Educación, Josefina Pimentel, la educadora Zoraida Heredia fue un ejemplo y un testimonio de lo que debe ser la educación y los educadores. Resaltó su dedicación y amor al trabajo, que mostró en su trayectoria como profesora y funcionaria. Dijo que fue ella quien la entusiasmó para que se dedicara al magisterio. Contó que recientemente le escribió una carta diciéndole que en sus manos la educación iría por buen camino.