El encargado del centro de formación y capacitación Sopeña, sacerdote Jorge Luis Rojas, resaltó ayer los aportes de la institución para que los jóvenes se integren al mercado laboral a través de los diferentes cursos que imparten.Consideró que seguirá

actualizando la oferta académica de acuerdo con las necesidades del mercado, para lo cual se retroalimentan con los empresarios.

Precisó que durante treinta años el Centro Sopeña ha formado técnica y teológicamente a personas de distintas edades y especialidades, alfabetizando y sirviendo a la comunidad de Herrera como un oasis de esperanza y progreso.

El párroco de la Iglesia Santísima Trinidad dijo que la sociedad necesita de obreros dignos y de hermanos que quieran servir a Dios trabajando.

Resaltó que su espíritu se eleva cuando escucha a un graduando dando testimonio sobre el efecto y el impacto en su vida y su familia.
Cree que un graduando del centro ingresa al mercado laboral con una nueva manera de enfrentar la vida.

Entiende que si en el país hubiera más centros como Sopeña se tendría menos problemas económicos.

El Centro Sopeña, con sede en He¡rera, hizo en el hotel Barceló su desayuno anual pro recaudación de fondos, con la participación de Rafael Marión Landais, uno de los fundadores, y de los empresarios José Luis Corripio Estrada y su hijo José A. Corripio Alonso.

Al hablar en la actividad, Corripio Estrada dijo que en el país podrían producirse conflictos sociales dentro de seis u ocho años si no se crean los empleos que demandarán los miles de profesionales que saldrán de las universidades.
Se trata, a su juicio, de gente preparada desempleada, cuyo recurso único podria ser el motoconcho.

Para enfrentar esa situación sostuvo que debe haber una decisión de los sectores público y privado para crear las nuevas fuentes de empleo.

Resaltó que la sociedad necesita de personal preparado en los niveles intermedios de ocupación, lo cual es una manera fácil y rápida de reducir desempleo.
Destacó en ese sentido la labor realizada por el Centro Sopeña.
Dijo que hace unos días visitó al centro y quedó admirado de la labor que está realizando.

Anunció que la Fundación Corripio, dentro de los Premios Corripio, entregará un reconocimiento al centro el próximo año.

El premio consiste en un pergamino y un millón de pesos. Corripio estimuló a los asistentes y al sector empresarial a colaborar económicamente con la extraordinaria labor que llevan a cabo las hermanas Fraternas, los profesores y las damas que tienen a su cargo el patronato del Centro Sopeña, indicando que de todas las virtudes la de mayor trascendencia es la caridad hacia el prójimo.

De las tres virtudes teologales, la de mayor trascendencia es la caridad hacia el prójimo y no solamente es importante la ayuda económica sino que hay que reconocer el tiempo que dedican muchas personas en la atención del centro Sopeña.
Corripio deseó al centro “continuar en el cumplimiento de los ideales para los cuales fue fundado por las monjas de Oscus y por el siempre recordado Padre José Antonio Esquivel al que hoy acabamos de rendir sentido homenaje”.

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Detalles del centro

El Centro Sopeña cuenta con 21 aulas, biblioteca y salón de eventos. Posee un voluntariado compuesto por más de 30 personas que entregan su tiempo y conocimientos a impartir cursos de inglés, informática, formación artísticia, ballet, música, seguridad y prevención. Los adultos cuentan con clases de contabilidad, secretariado, mantenimiento técnico, panadería, repostería, arte culinario y alfabetización.