Resaltan bondades E. Tardif

Resaltan bondades E. Tardif

POR MARIEN ARISTY CAPITAN
Era el hombre más bondadoso y espiritual del mundo, decían algunos mientras otros lo recordaban como aquel cura que hizo  grandes milagros de sanación. Con estas palabras, y otras aún más cálidas, definían al padre Emiliano Tardif, cuyos restos fueron llevados ayer  a una nueva morada: la cripta de la Iglesia Jesús Resucitado.

“Lo recuerdo como a una persona maravillosa,  muy poca gente así he conocido en la vida. Su bondad y su sonrisa eran especiales. También su forma de tratar a cada miembro de la comunidad. Además de sacerdote era como un padre para cada uno de nosotros”, resaltó Miguel Calzada.

Pero fue su desprendimiento  lo que marcó al fray José María Guerrero, de la Comunidad Capuchina, quien sostuvo  que por más ocupado que estuviera siempre sacaba tiempo para los enfermos. “Siempre tenía un gesto de fraternidad, de humildad, de entrega, de servicio. Era un hombre de Dios. Me llamaba la atención su humildad, siempre estaba recogidito, como en comunión con Dios”.

El diácono Marcelino de León Cruz resaltó que fue un sacerdote muy espiritual y que ofreció una enseñanza muy profunda. “Era un hombre que se daba con todo el mundo, no tenía distinción, era muy sencillo y el Señor lo usaba grandemente”.

Tras escuchar esta frase, vale recordar lo que dijo una señora que no quiso dar su nombre: “a él se le conoce porque tenía el poder de traspasar su unción divina a los fieles que tenían fe en el milagro de la curación”.

Este poder iba acompañado de una oración que el propio padre escribió: “Oración por la curación física”, donde se establece que todo el que crea y tenga fe será curado.

El recibimiento

Con lágrimas en los ojos, llorando como si  hubiese fallecido ayer y no hace ocho años, los fieles de la Comunidad Siervos de Cristo Vivo y los misioneros del Sagrado Corazón recibieron el féretro con el cadáver del padre Emiliano a las 11:36 de la mañana, cuando llegó a las puertas de la Escuela de Evangelización Juan  Pablo II.

Tres minutos después, y tras organizarlo todo, fue colocado sobre unas ruedas y conducido hasta el interior de la iglesia.

Durante el recorrido, de algunos cinco minutos, el cadáver del padre Emiliano no estuvo solo: además de los que lo llevaban, le daban calor muchos de los que fueron tocados por él.

Ondeando  servilletas y pañuelos  blancos en señal de bienvenida, ellos cantaban “¡Qué alegría cuando me dijeron: vamos a la casa del Señor!, en plena alusión a que el padre Emiliano estaba llegado a la casa de Dios.

Una vez dentro de la iglesia, que es su verdadera casa puesto que él lucho mucho para lograr que se construyera (aunque no logró verla terminada), los presentes se dispusieron a hacer guardias de honor que se sucedieron hasta que tuvo lugar la misa de cuerpo presente.


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Resaltan dotes P. Tardif
POR JUAN M. RAMIREZ
Mediante un acto solemne ayer en la Escuela de Evangelización Juan Pablo II fueron inhumados ayer los restos del padre Emiliano Tardif, luego que fueran trasladados desde Santiago de los Caballeros, donde había sepultado luego de su muerte en Argentina.

 Cientos de personas asistieron al acto encabezado por el arzobispo de Santo Domingo, cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, el arzobispo de Santiago, monseñor Ramón de la Rosa y Carpio, el obispo emerito monseñor Juan Antonio Flores, y otros religiosos.

En la homilía leída por López Rodríguez durante la celebración, se preguntó cuántas veces el padre Emiliano habrá repitido por los caminos del mundo “Jesus es Señor” como también la otra expresión conclusiva de las páginas santas “ven, Señor Jesús”.

 Aplicó al padre Tardí el pasaje de Juan que dice que para que el trigo germine tiene que caer en la tierra o ser enterrado.

Dijo tener la convicción de que es ahora, después de su pascua cuando la vida del Tardif dará sus mejores y más abundantes frutos.

  “Así es que hoy, después de pasar unos años en el cementerio de Santiago de los Caballeros, lo trasladamos a la iglesia de la Escuela de Evangelización Juan Pablo II, en cuya cripta reposarán sus restos.

Sugirió a los Misioneros del Sagrado Corazón (MSC) ponderar la posibilidad de hacerse cargo de la actual iglesia dedicada a Jesuscristo Resucitado, para de esa manera atender a las personas que irían al lugar a testimoniar  su gratitud al padre Emiliano Tardif.

Resaltó el privilegio que tuvo de ser obispo de Tardif en Francisco de Macorís cuando el sacerdote fue párroco de Sánchez.

Como MSC Tardí llegó al país en 1956 cuando contaba con 28 años de edad y aquí se encantó hasta su muerte.

El primado de América aseguró que muchas personas visitarán la tumba del padre Tardif, sobre todo los que aquellos que se acercaban a él en vida para pedirle que oraras por ellos, para confiarles sus problemas, para que los aconsejeras, por lo que rogó que los escuches, los consueles y alivies sus penas.

Pidió además al padre Tardif por lo que no tuvieron la oportunidad de conocerlo y que interceda por los hermanos MSC y sus vocaciones, por las comunidades Siervos de Cristo Vivo diseminadas por varios Continentes.

Suplicó también para que Tardif hagas valer su intercepción por la Iglesia de la República Dominicana a la que sirvió con tanto amor, generocidad y entrega, de tal manera  que  murió en su afán en Argentina.

López Rodríguez concluyó con una frase bíblica muy conocida que dijo puede aplicarse perfectamente al padre Tardif “Amado de Dios y de los hombres, su memoria es una bendición”.

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