Los aportes de Nelly Manuel trascendieron más allá de Villa Juana. “Fue un buque insignia dentro del Comité Olímpico Dominicano.
La fundación y el club Mauricio Báez honraron la memoria y legado del profesor Nelly Doñé con una misa oficializada por el padre Francisco -Pancho- Batista.
Ante la presencia de familiares, amigos y dirigentes del movimiento deportivo, el sacerdote, coordinador de la Pastoral Juvenil del Sagrado Corazón de Jesús de Villa Juana y Cristo Rey destacó la entrega del extinto fundador y asesor de la entidad mauriciana, no solo en el ámbito deportivo, sino a nivel social.
Batista habló sobre el sentido de amor que puso Doñé en lo que hacía y por defender sus nobles ideales clubísticos.
“Doñé puso amor en lo que creía y hacía. Fue un verdadero ejemplo de amor por lo que se hace”, expresó Pancho Batista, a quien le unió una estrecha amistad con el fenecido líder de Villa Juana.
En la prédica se indicó la falta de interés que hay en promover los buenos valores en estos tiempos, por lo cual Doñé es un modelo a seguir por su constante liderazgo: “Es un significado de verdadero líder”.
El dilatado cronista deportivo Leo Corporán, fundador y asesor del Mauricio Báez, manifestó que tras el fallecimiento del profesor Doñé, el movimiento olímpico perdió a uno de sus principales líderes.
Sostuvo que los aportes de Nelly Manuel trascendieron más allá de Villa Juana. “Fue un buque insignia dentro del Comité Olímpico Dominicano. El olimpismo perdió un roble”, señaló el editor deportivo de El Nacional. Corporán también destacó como Doñé se convirtió en una columna irremplazable para el Mauricio Báez, por su dedicación al desarrollo del club y la fundación.
“Hemos perdido lo mejor del Mauricio Báez, Doñé fue un baluarte”, dijo.