Resaltan participación de iraquíes en comicios
pese a ola de violencia

Resaltan participación de iraquíes en comicios <BR>pese a ola de violencia

BAGDAD (AFP) – Las primeras elecciones plurales celebradas en Irak desde hace medio siglo pueden ser consideradas un éxito pero el poder que salga de las urnas tendrá que implicar a los sunitas en el proceso político y acabar con la persistente violencia.

   Los numerosos ataques, y en especial la serie de atentados suicida en Bagdad reinvindicados por el grupo de Abú Musab al Zarqaui, el hombre de Al Qaida en Irak, no perturbaron realmente los comicios del domingo.

   La gran participación, sobre todo de chiítas – mayoritarios – y kurdos, unida a la ausencia de fraudes significativos, contribuyó al éxito de unos comicios rodeados por estrictas medidas de seguridad.

   Treinta y siete personas murieron y un centenar resultaron heridas en actos de violencia pero según el ministro del Interior, Falah al Nakib, hubo «menos de la décima parte» de los ataques que se esperaban.

   «Todos esos ataques han fracasado», declaró a los periodistas en la Zona Verde, el recinto de alta seguridad situado en pleno centro de Bagdad que alberga el gobierno interino y las embajadas británica y estadounidense.

   Una ONG iraquí aseguró antes del cierre de los colegios electorales que hubo «muy pocos fraudes».

   «De manera general, nuestros observadores comprobaron que las elecciones transcurrieron de manera excelente y hubo pocas violaciones y fraudes», declaró el portavoz de Ein (Ojo), que tenía 10.000 observadores.

   Lo mismo constató el representante de la ONU en la comisión electoral iraquí, el colombiano Carlos Valenzuela. «Según las primeras informaciones que hemos recibido, la participación parece superar las previsiones en ciertas regiones» de Irak, declaró a la prensa.

   Valenzuela destacó además que «la gente hizo cola incluso en la ciudad de Mosul», que es escenario de muchos ataques rebeldes desde hace meses.

   Tres horas antes de finalizar la votación, la participación era del 72% de los electores inscritos, según el responsable electoral Adel al Lami.

   «A las 14H00 (11H00 GMT), el nivel de participación era del 72%» y «puedo anunciarles la buena noticia de que ha ganado la libertad y hemos infligido una derrota al terrorismo», declaró triunfal.

   Pero esta excelente cifra esconde el hecho de que muchos sunitas no se inscribieron en el censo electoral para boicotear los comicios.

   Un líder político sunita, Adnán Pachachi, admitió que aunque en Bagdad la participación de su comunidad es satisfactoria lo es menos en la tercera ciudad del país, Mosul (norte).

   «Todavía no tenemos informaciones concretas sobre el voto sunita en cuatro provincias: Bagdad, Nínive, Salahedín y Al Anbar pero superó las expectativas en Bagdad», declaró Pachachi.

   «En Mosul, estaba por debajo de lo que esperábamos», agregó, antes de referirse a la principal tarea que tendrá el nuevo gobierno, consistente en su opinión en «invitar a los partidos que no participaron en las elecciones a ayudar en la escritura de la Constitución».

   Para él, la participación de los sunitas «mejorará la situación», resolviendo gran parte del problema.

   En efecto, de su participación en el proceso político dependerá la pacificación de Irak porque muchos de ellos apoyan la rebelión al considerarse marginados en la nueva escena política, después de que esa comunidad minoritaria dominara el país desde el nacimiento del Estado moderno.

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