Resaltan rol medios en lucha corrupción

Resaltan rol medios en lucha corrupción

POR GERMAN MARTE
Los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la lucha contra la corrupción, razón por la cual deben evitar caer en el fango del descrédito; sin embargo, no son pocos los casos en que periodistas y medios se alejan de la ética y caen en actos ilícitos.

La afirmación la hicieron ayer los periodistas Rafael Molina Morillo, Nuria Piera y Namphi Rodríguez al participar en el panel sobre el Papel de los Medios de Comunicación y Periodistas en la Lucha Anticorrupción», auspiciado por Participación Ciudadana.

Los panelistas coincidieron en señalar que el avance de la corrupción alcanza a los medios de comunicación y a periodistas.

Sin embargo, el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP, Rafael Molina Morillo, considera que se debe evitar que la prensa caiga en el descrédito.

«Si la prensa cae víctima de la corrupción, la sociedad entera quedaría desamparada», expresó el director de El Día.

Sostuvo que en países como la República Dominicana, donde las instituciones son débiles, muchas veces la ciudadanía se siente huérfana y no tiene a dónde acudir para hacer valer sus derechos, sólo le queda la prensa como último lugar adonde se puede ir a tratar de evitar que perezcan esos valores.

Empero, adujo que las amenazas de demandas, que en muchos casos, además de multas conlleva prisión en caso de que un juez falle en su contra, ha hecho que muchos medios y comunicadores se autocensuren.

El veterano periodista agregó que esta situación ha motivado que algunos juristas estén abogando porque se elimine la pena de prisión en los casos de que un periodista sea condenado por difamación e injuria, y que sólo se pague una compensación económica.

Asimismo, Molina Morillo dijo que para no caer en hechos de corrupción no basta con redactar un Código de Etica pues «la ética la lleva cada uno en su corazón».

FORMAS DE CORRUPCION

Para Nuria Piera cuando el periodista se vuelve un ente del sistema corrupto contribuye a encubrir violaciones a los derechos humanos, el saqueo de bienes públicos, favorece la inequidad, fomenta la pobreza y socava la democracia.

Entre las formas de corrupción en el periodismo Piera citó la creación artificial de hechos noticiosos para confundir o distraer la opinión pública y evitar que temas que sin son relevantes obtengan la atención que merecen.

También campañas infundadas, para destruir la imagen de una persona o grupo, promoción de candidatos a puestos públicos afines con la orientación del medio; la censura sobre temas y contenidos noticiosos que puedan molestar u ofender a los anunciantes o al partido gobernante; la tendencia y acciones para monopolizar la propiedad de los medios y permitir el abuso arbitrario de la publicidad oficial.

Piera consideró como corrupción la práctica de algunos comunicadores de ser relacionistas de empresas o instituciones gubernamentales y a la vez trabajar como reportero de un medio cubriendo esa fuente.

Citó el caso de un reportero del canal donde ella labora, el cual se desempañó como relacionista de tres instituciones y a también cubría esas fuentes como periodista. Nuria consideró esto como una falta de ética.

La productora de televisión subrayó que los periodistas deben ejercer su profesión como un sacerdocio, sin que ello implique hacer votos de pobreza, porque «de esta profesión se puede vivir honestamente y con dignidad».

Adujo que los comunicadores, «sin vacilaciones de supervivencia» deben alejarse de la corrupción, «fortalecer y depurar los gremios y medios de comunicación y crear instituciones con periodistas serios que tracen pautas y con su ejemplo eduquen».

DE OLLAS SUCIAS

De su lado, el coordinador del Grupo de Periodistas por la Transparencia, Namphi Rodríguez dijo que los periodistas deben tomar distancia de los poderes fáticos, asumir el control social de la democracia y ser «destapadores de ollas sucias y no jueces que dictan sentencias».

Manifestó que en el país hay una crisis ética que tiene su mayor expresión en la pérdida de la conciencia de la función de misión social y de sustentación de valores que fueron tea ideológica del periodismo del pasado reciente.

Consideró que el caso Banínter y la quiebra de los bancos parece ser un vehemente llamado «para echar una mirada crítica» hacia la práctica cotidiana y la función social de los comunicadores.

Más que el colapso económico, el escándalo Banínter significó «una ruina aún más dolorosa: el colapso de los valores».

«Hemos visto desaparecer en breve tiempo más de media docena de medios escritos, producto de una crisis que está entrampada en el colapso de los bancos y en la actuación reprochable de élites políticas y empresariales que se han puesto de acuerdo para robarnos hasta la esperanza».

Por eso, agregó Rodríguez, cuando desaparece Banínter, desaparece El Siglo, Ultima Hora, el Financiero y la revista Rumbo.

Consideró que los periodistas tienen la responsabilidad de sacar a la democracia del punto muerto en que, según dijo, se encuentra en la lucha contra la corrupción.

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