Hoy 
POR TIM KURKJIAN
ESPN.com
El béisbol es un juego de intangibles. Es un juego que requiere hacer las cosas pequeñas, lo que puede significar algo tan grande como arremeter contra un receptor o tan sutil como susurrar algo en el oído de un compañero de equipo tras un buen o un mal turno al bate.
Existen jugadores con esas cualidades, como Derek Jeter, quien es el tipo que tu miras entre los candidatos a escoger para tu equipo en un juego callejero de basket, y dices, Vamos a ganar lo tenemos en nuestro equipo. Jugadores intangibles vienen en todos tamaños, formas y posiciones. He aquí un escogido de cinco, de muchos que existen en las Grandes Ligas.
Julio Franco, Mets
Él volverá a la postemporada de nuevo este año, y eso no es coincidencia. Franco se ha convertido en un líder del equipo en muchas facetas, pero ninguna más importante que en la forma en que cuida de sí mismo, ya sea trayendo su propia comida saludable, o levantándose a las 3 a.m. para beberse una batida de proteínas o durmiendo sus horas aún si es una siesta en el sofá del camerino antes de un juego.
Él sienta un ejemplo cada vez que se quita la camiseta ¿ha habido alguna vez un tipo de 47 años como él? y cada vez que dispara una línea hacia el jardín derecho contra un lanzador que ni siquiera había nacido cuando hizo su debut en las grandes ligas en 1982. Franco no siempre fue así de dedicado; cuando joven, dependía más de su gran habilidad.
Él les dice y les enseña a sus compañeros la forma correcta e incorrecta de hacer las cosas. Él hace las cosas correctas ahora. Y cuando los Mets necesiten un gran hit tarde en el juego en octubre próximo, el primer tipo que va a ver el mánager Willie Randolph es el tipo que es conocido por tomar prácticas de bateo con una dona pesada en su bate: Julio Franco, el tipo que lo ha visto todo.
Sandy Alomar Jr., Dodgers
Acaba de cumplir 40 años, pero no se podría saber por la posición en la que juega (receptor), la forma física en la que se encuentra (perdió 20 libras en la temporada muerta) y la forma en la que todavía puede jugar.
Él viene al estadio como un muchacho de 20 años todos los días listo para jugar, pero sabiendo que probablemente no lo hará, dijo el entrenador de tercera base de los Dodgers Rich Donnelly. Y con menos de dos outs y corredor en tercera, no me molestaría tenerlo a él ahí. Pero mayormente, es un gran maestro.
Alomar ha sido el mentor de los dos receptores jóvenes de los Dodgers, Dioner Navarro y Russell Martin, quien está en camino de convertirse en uno de los mejores jugadores jóvenes en cualquier posición. Navarro y Martin siguieron a Alomar a dondequiera que fue en la primavera, aprendiendo de uno de los mejores receptores defensivos en el béisbol y uno de los jugadores más respetados. De aquí a 20 años, cuando la carrera de Martin esté llegando a su final, se le podría preguntar donde comenzó. Y ciertamente pudiera decir que una gran influencia en su carrera lo fue Sandy Alomar Jr., el gran receptor de quién aprendió en el 2006.
Darin Erstad, Angelinos
Sus habilidades han mermado algo, su cuerpo ya ha perdido algo de agilidad a sus 32 años, pero se mantiene como la fibra que une a los Angelinos. Es claro que todo lo que hace, desde cambiar de posición de jardinero central a primera base, a jardinero central; una transición nada fácil a tratar de arrollar al receptor de los Bravos Johnny Estrada en el plato hace dos años … es en base a un solo objetivo: ganar.
Esa fuerza viene de haberse criado en el frío y desolado estado de Dakota del Norte, y en parte por sus días de football americano en la escuela superior y en la Universidad de Nebraska. También viene de su acercamiento desinteresado. Cuando alguna vez fue comparado con Kirk Gibson en estilo y antecedentes, no había escuchado nada de él, diciendo que Gibson fue un recibidor estrella y yo solo soy un pateador.
Quizás. Pero los Angelinos nunca van a patear con Erstad a charge.
Mike Matheny, Giants
Para entender quien es Matheny, todo lo que tiene que hacer es mirarlo en el bullpen antes del inicio de un juego: está arrodillado, solo, practicando como bloquear lanzamientos difíciles de forma imaginaria. Muchos receptores nunca practican eso; Matheny todavía lo hace a sus 35 años. Nadie bloquea una bola mejor que él, nadie lleva mejor un juego mejor que él y nadie puede ir a la lomita y calmar o enfurecer a un lanzador mejor que Matheny.
No es un gran bateador, pero es uno de los tipos peloteros que puede recortar su swing y tratar de poner la bola en juego, especialmente con dos strikes y especialmente con corredores en posición anotadora. Fue bien entrenado en la Universidad de Michigan por su coach Bill Freehan, uno de los mas menospreciados receptores de todos los tiempos.
Matheny también fue bien entrenado por su padre. Hace varios años, cuando Matheny firmó su primer gran contrato en las mayores, su regalo para su padre fue la oportunidad de retirarse y dejar de trabajar. Pero el hijo continúa trabajando más que cualquiera en el béisbol.
Mark DeRosa, Rangers
El mánager de Texas Buck Showalter llama a DeRosa un regular irregular, lo que significa que es un tipo que juega todos los días, pero raramente en la misma posición. Un día en la segunda base, el próximo en el jardín derecho, al otro en la tercera, y nunca se queja. Y dondequiera que ha jugado este año, lo ha hecho bien.
Es raro para un jugador, a los 31 años, el cambiar su acercamiento en el momento de batear luego de observar a un compañero de equipo, pero eso es lo que DeRosa ha hecho luego de ver el éxito del campocorto de los vigilantes Michael Young, una maquina de bateo.
Showalter adora a DeRosa porque es muy listo él fue a la Universidad de Pennsylvania y por su naturaleza competitiva, incluyendo sus antedecentes como jugador de football. DeRosa jugó como mariscal de campo en Penn luego de una carrera exitosa en la escuela superior en New Jersey. Eso es lo que llamamos un ganador, y nunca se pueden tener demasiados ganadores en un equipo de grandes ligas.
