Rescatan 1,405 niños de labores agrícolas y ahora acuden regularmente a las aulas

Rescatan 1,405 niños de labores agrícolas y ahora acuden regularmente a las aulas

POR GERMAN MARTE
Por lo menos 1,405 niños han sido retirados de las plantaciones agrícolas en Azua, como parte del trabajo que auspicia la Oficina Internacional del Trabajo a través del Programa Internacional Para la Erradicación del Trabajo Infantil (OIT-IPEC).

Además, se ha logrado prevenir la deserción escolar de cinco mil quinientos niños menores de 14 años que estudian en unos siete planteles de igual número de comunidades periférica de Azua donde se implementa el programa.

Allí se ha logrado comprometer tanto al sector privado, las comunidades, las ONG y el gobierno y se logró un acuerdo con las agroindustrias mediante el cual estas se niegan a emplear niños y niñas en las plantaciones de tomate que manejan. Las empresas advirtieron a los integrantes del colonato que si utilizaban niños no le comprarían el producto.

Carlos Féliz, oficial de programas de erradicación del trabajo infantil en la agricultura comercial y encargado de supervisar los programas en Azua y San José de Ocoa, explicó que en la escuela de Pueblo Viejo, de Azua, antes de la implementación del programa durante la cosecha de tomate que empezaba en septiembre y terminaba en marzo, la deserción escolar rondaba el 50% de los niños.

Precisó que el mayor porcentaje de abandono de las escuelas se producía durante la etapa de siembra y el trasplante de las matitas y la recolección. Ahora, afirmó, la deserción se ha reducido a 0.5%, durante la zafra.

LO QUE HAN HECHO

Apoyados en la estrategia definida por la OIT-IPEC se motivó a las comunidades azuanas para que identificaran el problema, porque lo peor de todo es que esto no se percibe como tal.

En este sentido, explicó Féliz, organizamos a las comunidades y les mostramos las estadísticas sobre la cantidad de niños que estaban abandonando la escuela debido al trabajo que realizaban, no están yendo a la escuela porque durante la zafra de tomate se están retirando para trabajar.

Una vez que la comunidad estuvo organizada y entendió la problemática fue fácil hacer pequeñas estructuras de vigilancia para prevenir el trabajo infantil, y eso sirvió para implementar acciones en pro de los niños.

Una de las acciones fue la extensión del horario escolar; además de las cuatro horas de clase, los niños asisten, después de hora y media de descanso, a una sala de tarea donde se garantiza no sólo su permanencia en las aulas, de ese modo, dijo Féliz, los niños han incrementado considerablemente su rendimiento escolar, ya que la mayoría de ellos estaba rezagados. Gracias a estas medidas, agregó, se redujo la repitencia de 12% a 6%.

Pero entendiendo que el trabajo infantil tiene su base en la pobreza  y los bajos ingresos de las familias, el programa incluye la formación técnico-profesional de los padres y madres para que puedan obtener mejores empleos.

A otros se les ha facilitado el acceso al crédito tanto a través del programa como por medio del Banco Agrícola.

Esto se hizo dándole un pequeño crédito y en la medida que cumplían se le otorgaba un monto mayor.

A estas acciones de asistencia, se agregan acciones a beneficio del arte y la cultura a través de talleres abiertos para tales fines, acorde con los intereses particulares de las comunidades.

Esta labor en pro de erradicar el trabajo infantil se realiza a través de ONG como Visión Mundial, Indesur y Habitat. Asimismo, destacó el respaldo de las empresas Industria Portela y Linda Agroindustrial.

EN CONSTANZA

En Constanza, los miembros de la Asociación de Productores Hortícolas han sido los más receptivos al programa de erradicación del trabajo infantil, y según José Miguel Santos, coordinador nacional de la oficina OIT-IPEC, hicieron conciencia del daño que le hacía a los niños la exposición a los agroquímicos y las largas jornadas de trabajo.

Sin embargo, en muchos casos, cuando las empresas subcontratan o arriendan la tierra en forma de colonato donde son los mismos padres quienes llevan sus niños a trabajar.

Santos advirtió que con la entrada en vigencia del TLC hay una serie de barreras no arancelarias, sino sociales que en algún momento habrá que visualizarlos en el país, y en este renglón ubicó el empleo de mano de obra infantil el cual, dijo, se podría convertir en una barrera  para exportar.

Tras indicar que en el caso dominicano, el trabajo infantil está regulado por el Código de Trabajo, Santos reveló que los EEUU prohibieron la importación de melones procedentes de Honduras porque allí se emplean niños en su cultivo.

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