París. Unas 350 víctimas de explotación sexual y trabajos forzados han sido rescatadas en una operación coordinada por Interpol en el Caribe y América del Sur y Central en la que, según informó hoy la organización internacional de policía criminal, 22 individuos fueron detenidos.
La llamada Operación Libertad tuvo lugar entre los pasados 3 y 9 de abril y contó con la participación de 500 agentes en 13 países, incluidos Brasil, Jamaica, Venezuela o Trinidad y Tobago, señaló su comunicado.
El dispositivo, que también interceptó ordenadores, teléfonos móviles y dinero en efectivo, descubrió a hombres y mujeres, incluidos menores, trabajando en clubes nocturnos, granjas, minas, fábricas y mercados al aire libre.
Los traficantes, según Interpol, tienen en su punto de mira al colectivo más vulnerable, el de aquellos dispuestos a cruzar fronteras en busca de trabajo, a los que se les ha prometido una vida mejor.
“Lo que no dicen son las condiciones de trabajo que las víctimas sufrirán en su destino final. Identificamos mujeres forzadas a trabajar en espacios que no eran mayores que un ataúd”, dijo en la nota el coordinador de Interpol en tráfico de seres humanos, Cem Kolcu.
El organismo detalló por ejemplo que en la Guayana encontraron a jóvenes trabajando como prostitutas junto a minas de oro extremadamente remotas, de las que no podían escapar.
El aislamiento de algunos de los enclaves elegidos por los traficantes, un modus operandi habitual, dificulta la intervención de los agentes.
Interpol añadió que algunas víctimas tienen además dificultad a la hora de identificarse como tales porque ganan más que en sus países de origen, mientras que otras están manipuladas o presionadas para ofrecer falsos testimonios, lo que complica la recopilación de pruebas y la judicialización de los casos.
Los servicios sociales de los distintos países y ONG colaboraron en el despliegue para garantizar que las personas rescatadas reciban una atención adecuada.
La operación supone la culminación de dos años y medio de trabajo de un proyecto fundado por el Gobierno de Canadá, que ofreció formación especializada a investigadores y oficiales centrados en inmigración.
Su resultado, según el director ejecutivo de los servicios policiales de Interpol, Tim Morris, muestra el poder de la organización a la hora de servir como plataforma global de apoyo para los países participantes.