CIUDAD VICTORIA.-El futbolista mexicano Alan Pulido, delantero del Olympiacos griego, fue rescatado sano y salvo tras permanecer varias horas secuestrado en el fronterizo estado norteño de Tamaulipas. Las autoridades anunciaron la detención de un sospechoso en relación con el caso.
Pulido compareció brevemente ante la prensa con la mano derecha vendada, poco después de que el Grupo de Coordinación Tamaulipas, el organismo estatal que reúne a las fuerzas de seguridad del estado, informara en un comunicado que el rescate tuvo lugar cerca de la medianoche del domingo. Interrogado por reporteros sobre su estado, Pulido sólo alcanzó a decir “Muy bien, gracias a Dios”. Durante la presentación, frente a las instalaciones de la policía estatal, el deportista estuvo acompañado por el gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú.
Tras unos segundos, el futbolista subió a una camioneta de la policía y se marchó con rumbo desconocido. Pulido, de 25 años, apareció con una playera de colores sin mangas y, más allá de la mano, no presentaba signos visibles de violencia. El club Olympiacos se congratuló por el rescate.
“Alan está sano y salvo, con su familia”, señaló su equipo en su cuenta de Twitter. “Os damos las gracias a todos por vuestra preocupación y oraciones durante los momentos difíciles que ha vivido”, añadió en un mensaje en español. El delantero fue secuestrado la noche del sábado en las afueras de Ciudad Victoria, de donde es originario, luego de salir de una fiesta. Las autoridades no ofrecieron detalles sobre el rescate.
El vocero de la Policía estatal, Evaristo Gutiérrez, dijo que un sospechoso de participar en el secuestro fue detenido, pero no dio más información. El incidente ocurrió a una semana de la celebración de elecciones de las que saldrá el nuevo gobernador del estado. En Tamaulipas, en la frontera con Texas, están presentes desde hace años los carteles rivales del Golfo y Los Zetas.
Las organizaciones están acusadas de perpetrar supuestamente secuestros, extorsiones y robos, además de su actividad de tráfico de drogas. En 2005, el entrenador argentino Rubén Omar Romano fue secuestrado en la Ciudad de México al término de una práctica del equipo Cruz Azul, que entonces dirigía. Pasó 65 días en manos de sus captores antes de ser liberado por la policía federal. El secuestro de Pulido provocó una ola de mensajes de solidaridad en el mundo del fútbol.