Rescatar centros de mercadeo

Rescatar centros de mercadeo

La comercialización de frutas, vegetales y carnes en densas áreas de Santo Domingo está desvertebrada y sumida en un caos con daños ambientales de alto riesgo para la salud de compradores como ha señalado el Instituto de Protección al Consumidor. La manifestación más crítica de esta intermediación que agrede el orden urbano y el ornato es el traumático mercado de la avenida Duarte, absurdamente llamado Nuevo. El ayuntamiento del Distrito Nacional debe ir adelante con su plan de inversión transformadora para ampliarlo y hacerlo acogedor, funcional e higiénico.

Rescatar lo que existe en asociación con los vendedores tiene más sentido que pretender su traslado. El estado de desastre de ese hacinado lugar puede ser modificado en su mismo perímetro para preservarlo como medio de vida de mucha gente que acepte operar bajo normas de calidad. Los esfuerzos por descentralizar las operaciones mayoristas y detallistas del llamado Mercado de la Terminal no han cuajado a pesar de que procede dar uso pleno a edificaciones para asentar intermediarios como las logradas con gran inversión en el Merca Santo Domingo y unas subutilizadas en Villas Agrícolas y Villa Consuelo. Una buena parte de la distribución de alimentos procedentes del campo debe seguir a cargo de mecanismos de interés social auspiciados por el Estado y los ayuntamientos para reducir costos en beneficio de vendedores y adquirientes.

Una meta de interés social

La cruzada que con novedosos recursos técnicos emprende la Dirección General de Impuestos Internos para reducir la evasión o incumplimientos fiscales por mercadeo y consumos de tabaco y alcohol debería alcanzar el mayor de los éxitos al menos a mediano plazo. Anonada saber que más de un 40% de esos comercios han estado escapando de la tributación con pérdida de miles de millones de pesos para el Estado.

Tratándose de mercancías cuya disponibilidad y usos se presumen restringidos por razones sanitarias, físicas y emocionales, es un contrasentido que abunden en los canales de comercialización sin aportes a un fisco sediento de recursos para diversos fines de interés social. Sin recibir las cargas impositivas que proceden, muchas bebidas y cigarrillos han tenido campo abierto para competir deslealmente.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas