Los gobiernos del PLD han permitido el crimen de lesa patria del deterioro y agresión como ningún otro gobierno del patrimonio forestal, cada vez más disminuido, peligrando las magras reservas de bosques que nos quedan, y arriesgando el sistema de presas construidas con recursos propios, su mayor palmarés, por el presidente Joaquín Balaguer.
Es inadmisible aceptar que los presidentes Leonel Fernández y Danilo Medina no se percatasen del ecocidio criminal que desaprensivos y políticos corruptos han perpetrado contra nuestro maltrecho patrimonio forestal, degradación alarmante de cuencas hidrográficas claves y lechos de afluentes diezmados hasta la extinción por las incontrolables granceras.
Resulta inadmisible este bandidaje ecocida cuando los gobernantes desde el presidente Balaguer hasta acá, se desplazan por helicópteros, observando y evaluando el terrible daño ecológico, permaneciendo impertérritos ante este vendaval de degradación medioambiental.
Claro que los titulares de Medio Ambiente, INDRHI y Agricultura han apadrinado la villanía de las depredaciones denunciadas permanentemente, sobre todo la última conectada con el bandidaje destructor de Valle Nuevo, Madre de las Aguas de la isla Hispaniola, donde nacen los ríos Yaque del Norte y Sur y Nizao, y los titulares de los organismos señalados han permitido la barbarie de asentamientos humanos y agricultura, que dañan los suelos con químicos y fecales de letrinas arrastrados hasta los afluentes, químicos y fecales que nos tragamos todos vía los acueductos que se nutren de esos afluentes.
El actual titular de MA, Francisco Domínguez Brito, ha expresado tajante un plazo a los desaprensivos que ocupan ilegal Valle Nuevo, categorizando que su decisión es irrevocable, y que es de presumir aplicará a áreas degradadas en las cordilleras Central y Septentrional, Línea Noroeste y Sur Profundo con las aromas convertidas en carbón y trasegadas a Haití.
El país aguarda ese rescate medioambiental, ¡ahora!.