Controlar al máximo el tráfico fronterizo de haitianos

Desde antes concluir ominosa Era de Trujillo, los jefes militares conocen mi acercamiento a ellos, pareja a y mi preocupación constante por unas Fuerzas Armadas que correspondan a la semoviencia de los tiempos, acoplando los cuarteles al vivaque de la modernización, y su preponderante rol, apuntalando gobiernos surgidos de la voluntad popular.

Ese acercamiento, lo saben, surge con mi vinculación con el general ERD Ludovino Fernández Malagón, y sus hijos, Rafael Tomás, Emilio Ludovino y Caonabo, ponderado por Milito en la historia de su padre.

Prosiguió con los mayores generales Víctor Elby Viñas Román, Marcos y Antonio Jorge Moreno. Neit Nivar Seijas, Marcos Rivera Cuesta, Adriano Valdez Hilario, Ramiro Matos, Manuel García Urbáez, Salvador Lluberes Montás, Enrique Pérez y Pérez, José Miguel Soto Jiménez, entre muchos.

El vibrante hoy, encuentra a nuestros institutos armados en el reto de respaldar iniciativas de su comandante en jefe y presidente de la República, Luis Abinader, de transformar nuestros institutos armados, comenzando por transmitirle el espíritu ético que es consubstancial en el cosmos y la genética de nuestro gobernante, asumido por nuestro titular de Defensa, teniente general ERD Carlos Luciano Díaz Morfa, también imbuido de transparencia por genética de su progenitor, general Luciano Díaz, su abuelo jurista de mismo nombre, y su tío Ambiorix Díaz Estrella.

Controlar al máximo el tráfico fronterizo de haitianos, de manera que en lo sucesivo se descontinúe el criterio ciudadano que vincula a militares con indocumentados, parturientas inclusive, que “mojan la mano” a los retenes fronterizos, y concomitante, nuestro gobernante disponer deshaitianizar el país que el PLD saturó en más de dos millones, poniendo en riesgo la soberanía nacional.