La sociedad dominicana, a través de sus diversas organizaciones, y personalidades que tienen reconocimiento público, debe elevar su voz para demandar el rescate de los hospitales públicos. Se deben rescatar del estado de calamidad por la que están atravesando. Y solicitarles a las autoridades del Ministerio de Salud Pública -MSP- y del Sistema Dominicano de Seguridad Social a que se comprometan a cumplir con las ordenanzas que, en ese sentido, establecen la Ley General de Salud y la de Seguridad Social.
Los hospitales públicos continúan, en su gran mayoría, sin ser habilitados por el MSP, el cual se mantiene fungiendo como juez y parte violando la Ley General de Salud al no desprenderse de los mismos. Debe permitir la creación de la red pública independiente, autónoma y con personería jurídica. Al no estar éstos habilitados, los hospitales públicos no pueden hacer contrataciones con las ARS privadas. De esta situación resulta que brindan atenciones a personas aseguradas, y no pueden cobrarles por conceptos de esas atenciones, lo cual va en detrimento del hospital y en beneficio de las ARS privadas.
No es posible que el año pasado a la mayoría de los hospitales públicos les dejaran de entregar la subvención de tres meses, acumulando estos hospitales deudas millonarias. Este año, por ejemplo, un hospital importante como el “Reid Cabral”, que es un hospital nacional para la atención infantil, le acaban de entregar la subvención de enero en el mes mayo.
El Gobierno, a través del MSP, se comprometió en asumir el monto de dinero que se recaudaba por las cuotas de recuperación en los hospitales públicos, pero con el retraso en la entrega de la subvención, los servicios y compromisos que se pagaban con esos montos ya no se pueden mantener. Otro ejemplo es el Hospital Regional Universitario “Dr. Arturo Grullón” de Santiago: tuvo que cerrar el laboratorio de microbiología por la falta de recursos, pues el MSP no le entregaba el monto correspondiente a la cuota de recuperación.
Asimismo, los hospitales no pueden tener la autonomía de contratación de su personal administrativo y de apoyo. Actualmente han llenado en demasía estos hospitales de personas sin ningún conocimiento de sus deberes.
Hay hospitales que tienen deudas que rondan los 100 millones de pesos. Esto ha motivado que los suplidores más reconocidos les niegan el crédito y no despachan sus mercancías por la deuda atrasada acumulada.
No es posible que se continúe con esta situación tan calamitosa para los hospitales públicos que si bien les dan atención a la mayoría de la población, sobretodo a la más necesitada del país, también son formadores de recursos humanos en salud.
Consideramos que el gobierno central, conjuntamente con sus ejecutivos en el área de la salud y seguridad social, debe organizar reuniones permanentes para buscarles soluciones a los problemas más acuciantes por la que está pasando el Sistema Nacional de Salud. Debe, además, convocar a los colegios profesionales de la salud y a los expertos que consideren, de la sociedad civil, para escuchar las propuestas de cómo mejorar la crisis que están padeciendo los hospitales y el Sistema de Salud en sentido general.
Es hora de que brindemos mejores atenciones a la salud que tanto necesita el pueblo dominicano para elevar su calidad de vida.