Rescatémosla

Rescatémosla

Viene como anillo al dedo el inicio en las escuelas públicas de una campaña oficial para estimular en los estudiantes el amor por la Bandera Nacional. La oportunidad de la campaña radica en el injustificable contraste que ella misma plantea. Se predica y promueve el amor a la bandera en momentos en que la indiferencia oficial permite que la memoria histórica del país esté en el peor abandono.

Los monumentos y lugares en que quedaron plasmados importantes segmentos de nuestra historia republicana permanecen abandonados por regla general y se les atiende y da mantenimiento cuando la prensa se hace eco de su deplorable estado.

Como ejemplo de cuanto afirmamos tomemos el estado de la Plazoleta La Trinitaria, la Plaza de la Bandera, la Puerta de la Misericordia, el Parque Independencia, La Barranquita y la casa en que nació Ramón Matías Mella.

Es plausible que se promueva el amor a la Bandera entre los estudiantes, pero el símbolo encarnado por la enseña tricolor no es absoluto ni único, pues está asociado con todo cuanto tuvo que ver con la lucha por convertir este trozo de isla en una República libre e independiente.

Por eso entendemos que a la vez que se promueve el amor y el respeto a la Bandera, se debe decidir el rescate de toda la memoria histórica en estado de abandono.

Ahora que se anuncia que el Estado invertirá US$100 millones en obras del área cultural, es bueno que se contemple dedicar recursos para el rescate y cuidado del inventario monumental, para despertar entre los estudiantes interés por conocer los capítulos de historia escritos en cada uno de esos lugares. Hay que rescatar la memoria histórica y divulgar su valor.

Leonel Concha

La muerte nos despojó este martes de un ser que brindó amistad, solidaridad y humor sin reservas.

Aún quebrantado de salud, Leonel Concha solía visitar las salas de redacción de HOY y El Nacional para saludar a sus amigos. Cuando le sobrevino el infarto fulminante que le segó la vida, acababa de entregar su columna «La Vida en Broma», que publicaba en El Nacional, y de repartir entre algunos de sus compañeros dulce de frutas elaborado por él en su casa.

El humor lo irradió durante muchos años a través de «La vida en broma», en la cual caricaturizaba situaciones y vivencias de personajes del folklor. Sus escritos están contenidos en diez libros que editara.

Era periodista de fino talento. Laboró más de 35 años como redactor y corrector de estilo para HOY, El Nacional y El Caribe, ejercicio cuyas obligaciones le sustrajeron paulatinamente de su pasatiempo preferido: el aeromodelismo.

Concha, quien nació el 7 de octubre de 1927 en Santo Domingo, estaba casado con la señora Violeta Toledo, con quien procreó a Violeta, Rafael y José Leonel.

Sus restos serán sepultados hoy a las 11:00 de la mañana, en el Cementerio Nacional de la Avenida Máximo Gómez. Que Dios le reserve paz a su alma y resignación a sus deudos, a cuyo dolor nos unimos sus compañeros y amigos.

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