Ámbar Frías 
Jóvenes y adultos acudieron voluntariamente.
Las enfermedades mentales representan el 12.5 % de todas las enfermedades del mundo, situándose justo detrás del cáncer y los problemas cardiovasculares. Aun así, es una de las áreas sobre la que existe menor conciencia en la población, según advirtió la subdirectora del Centro de Rehabilitación Psicosocial y Desarrollo Humano (Reside), Axinia Martínez.
La especialista ofreció los datos durante el operativo “Salud mental, Reside te recibe”, que tuvo lugar ayer en la comunidad La Nueva Barquita, en conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental.
Realizaron actividades educativas como conversatorios, talleres de arteterapia para jóvenes y adultos, terapia ocupacional y física. El evento también contó con una mesa de trabajo social mediante la cual se recolecta la información de los habitantes de la comunidad a fin de identificar personas con situaciones de salud mental.
“Se está hablando de depresión, se está hablando de estrés, de la discapacidad que provoca esto, como identificar las situaciones de riesgo y su sintomatología”, explicó.
Asimismo, indicó que la mayoría de los trastornos mentales se desatan a una temprana edad, en el 50% de los casos antes de los 14 años, mientras que el 75% lo hace antes de los 18, cifras que ponen en evidencia la urgente necesidad de fortalecer la detección y atención temprana.
La subdirectora del centro también alertó sobre la alarmante tasa de suicidios a nivel global que oscila los 800 mil suicidios anuales, lo que lo convierte en la segunda causa de muerte más común entre jóvenes de 15 a 29 años.
En el mismo orden, señaló que la brecha existente en el tratamiento de trastornos mentales es preocupantemente alta: 77.9 % en América Latina y el Caribe, mientras que, en el caso de la esquizofrenia, la depresión y el consumo de alcohol, la falta de acceso al tratamiento oscila entre el 56 % y 85 % de los casos.
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A esta situación se suma además el impacto económico, pues cada año se pierden doce mil millones de días laborales por depresión y ansiedad, lo que resulta en una pérdida aproximada de un billón de dólares.
“Este tipo de patología provoca muchos días de falta a los trabajos, y a las personas que estan estudiando en universidades y escuelas, y muchas veces no se dan cuenta que están pasando por estas patologías que provocan su ausentismo”, destacó.
