Santiago.- Residentes del barrio La Yagüita, en el sector El Ejido, denunciaron el peligro al que se exponen como consecuencia del hedor y contaminación que desprende una enorme laguna que se ha formado en los terrenos del antiguo Aeropuerto Cibao, donde desde hace años existe el proyecto del parque Central.
Los moradores de la zona dijeron que frecuentemente sufren de fuertes dolores de cabeza, sarpullido y vómitos, entre otros malestares, por causa de la contaminación que provoca el agua estancada, sin que las autoridades municipales pongan atención al peligro que significa para la población.

Inútilmente los vecinos han exigido la eliminación de ese foco de contaminación, que sirve como criadero de mosquitos y otras plagas. Con las lluvias caídas en las últimas semanas, el área se limpió un poco, sin embargo en la laguna el agua se quedó igual.
“Esta situación es deprimente, estamos expuestos a todo tipo de enfermedades. Cuando no es una gripe, es un dolor de cabeza o si no es vómito o diarrea y sarpullido. Son todos los golpes juntos y todo es culpa de esa laguna que tenemos ahí, unido a la gran cantidad de basura”, dijo Josefina Pérez.

Explicó que los más afectados son quienes residen en la orilla de la laguna pues están más cerca y se sienten impotentes ante la indiferencia con la que las autoridades sanitarias y municipales ven el grave problema que padecen.

Ricardo Peralta, propietario de un colmado que está a pocos metros de la laguna, expresó que a determinadas horas del día no se puede estar en la zona.

“Esto no se puede aguantar más y llevamos años soportándolo y no vemos a nadie en el Gobierno y mucho menos ayuntamiento que se preocupe por las enfermedades que ese pozo de agua sucia puede provocar”, dijo el comerciante.

Las familias de La Yagüita han esperado durante años que se solucione el problema de la laguna y piden a las autoridades correspondientes intervenir en lo inmediato para poner fin a la situación.

“Que lo hagan antes de que se declare una epidemia que alcance más a los niños que son los más débiles”, expresaron.

“Esta es una pudrición que nadie puede aguantar y nosotros llevamos más de seis meses soportándolo porque a nadie le preocupa”, indicaron.