Residentes quisieran abandonar zona cercanías UASD

Residentes quisieran abandonar zona cercanías UASD

POR CARMEN MATOS
Los residentes de la avenida Correa y Cidrón, frente a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) aseguran que si pudieran «dejaran sus hogares sin pensarlo dos veces» debido a las molestias que les causan las excavaciones del Metro de Santo Domingo que se realizan en esa vía.

La intromisión de obreros a sus hogares, el constante ruido, el polvo, los problemas para el acceso y los entaponamientos son las causas que los tienen «con el grito al cielo» y que hacen que el Metro no tenga «nada positivo», afirmó Olga Paniagua, residente en el condominio Gago I, de la zona.

Agregó que mantener la higiene de su hogar se convirtió en un ejercicio inútil ya que el constante polvo entorpece su tarea, asímismo afirmó que los mismos le han causado varios ataques de asma. Condenó que en ocasiones sólo un agente de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) regula el tránsito que se caracteriza por constantes entaponamientos.

Por su parte, Dulce Paulino quien tiene más de 27 años desempeñándose como doméstica en el sector, narró las vicisitudes que ha experimentado a causa de las excavaciones y la constante intromisión de los obreros, muchas veces sin permiso, a la residencia para «descansar, comer y hasta echarse agua de las mangueras dispuestas en el jardín».

Relató que la dueña de la casa, Estela Rosario, quien es una persona mayor de edad, se ve obligada a desplazarse más de siete cuadras hasta la avenida Sarasota para aparcar su vehículo.

Las trincheras colocadas en los alrededores de la avenida no han sido suficientes para garantizar el tránsito de entrada y salida de los moradores a los distintos condominios que rodean la zona, debido a la basura, restos de materiales de construcción, tubos, equipos, camiones y autobuses del transporte público que obstruyen constantemente los portones dificultando el desplazamiento.

Altagracia Suero, quien reside en el Edificio Pamela condenó el constante polvo que le ha causado alergias en los ojos y la piel, por lo que ha tenido que invertir en la compra de medicamentos.

Suero dijo en ocasiones su hijo manifiesta un estado de nerviosismo debido al ruido de las maquinarias.

De su lado, Luz Pantaleón quien habita el mismo condominio sostuvo los autobuses del transporte público ocupan los tramos destinados al tránsito a pie y vehicular de los residentes de los alrededores de la UASD.

Confesó que intentando esquivar los daños en las vías terrestres y la gran cantidad de hoyos presentes en los mismos, sufrió daños en un neumático de su vehículo.

Se quejó de las desagradables experiencias que ha vivido con los choferes del transporte público de las rutas de la avenida, mostrando varias fotos de los camiones obstruyendo el tránsito,  que tomó desde su celular.

«Se nos ha violado el derecho de entrar y salir a nuestros hogares, cada vez que intentamos movilizarnos es un gran disgusto», dijo.

De su lado Karla Estefan se pronunció contra los horarios de trabajo e los obreros, quienes operan las maquinarias a veces toda la noche, cuando no inician a las seis de la mañana.

Conformes

De igual forma algunos residentes en las inmediaciones de la UASD soportan conformes los infortunios que les causan la obra al considerar que se trata de una infraestructura para el progreso nacional.

«Todo lo que sea progreso para el país lo aceptamos con agrado», concluyó Margarita Pérez, quien tiene casi 30 años residiendo en el sector.

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