Tegucigalpa, (AP).- Simpatizantes del presidente depuesto Manuel Zelaya anunciaron el jueves que en septiembre podría resolverse la crisis política que agobia a Honduras, luego del golpe de estado del 28 de junio.

El coordinador general del Frente, Juan Barahona, afirmó que las movilizaciones populares» no se detendrán hasta lograr la derrota de los golpistas».

Subrayó que «tras 74 días de protestar en las calles de Honduras, el pueblo sigue su valiente lucha que lo aproxima a la victoria… y el triunfo del pueblo está cerca».

La resistencia la forman maestros, sindicalistas y estudiantes de unas 30 organizaciones hondureñas.

«Tenemos la esperanza de resolver la crisis en el mes de la patria, en septiembre, que es adecuado para celebrarlo de manera cívica», dijo a la AP el líder del Frente de la Resistencia Nacional contra el Golpe de Estado, Rafael Alegría. No especificó cómo se solucionaría el conflicto.

El 15 de septiembre se conmemora el 188 aniversario de la emancipación de Honduras y los otros países centroamericanos de España, ocurrida en 1821.

Los seguidores del mandatario derrocado incorporaron el jueves una nueva modalidad a sus protestas para exigir el regreso de Zelaya con caravanas de vehículos que recorren las ciudades hondureñas.

Los manifestantes recorren centenares de aldeas, caseríos y ciudades del territorio nacional desde hace 75 días, mientras en las paredes de las casas, negocios y edificios públicos dejan la huella de su paso con leyendas contra los militares, empresarios, políticos y religiosos que supuestamente participaron en el derrocamiento de Zelaya

El Frente exige además que se convoque a una asamblea constituyente para modificar la ley fundamental de 1982.

El gobierno de facto, encabezado por Roberto Michelettil, considera que la solución a la crisis generada por el golpe de estado son las elecciones generales de noviembre, que no son reconocidas por el mandatario derrocado ni por la comunidad internacional.

Micheletti también ha rechazado el regreso de Zelaya, contemplado en el acuerdo de San José promovido por el presidente costarricense Oscar Arias y respaldado por los países de la Organización de los Estados Americanos, de la cual Honduras fue expulsada en julio por violar los principios democráticos.

Para el Comisionado Nacional de Derechos Humanos, Ramón Custodio, el proceso electoral «será tan limpio como nosotros los hondureños garanticemos que sea limpio. Y si los ciudadanos acuden masivamente a las urnas, estaremos salvando la democracia y el destino del pueblo», dijo el jueves en un comunicado.

Llamó a la resistencia a un «diálogo civilizado«con el fin de lograr un proceso basado en la integración, la conciliación y reconciliación nacional.

Pidió asimismo a los políticos que aspiran a cargos de elección popular a preocuparse por tener en el país una sociedad más justa, menos pobres, más comida, más techo y más trabajo». La pobreza agobia al 70% de la población en Honduras.

Unos 4,6 de los 7,5 millones de hondureños están aptos para votar en los comicios de los que saldrán un presidente, tres vicepresidentes, 256 congresistas, 40 diputados al Parlamento Centroamericano y 298 alcaldes.