Resistencia Irak mata cinco soldados de EU

Resistencia Irak mata cinco soldados de EU

BAGDAD (AP).- Insurgentes iraquíes atacaron el sábado en el volátil Triángulo Suní matando a cinco soldados estadounidenses en dos atentados con vehículos cargados de explosivos al oeste de Bagdad y por escaso margen no alcanzaron a un convoy militar de Estados Unidos con una poderosa bomba, que en cambio mató a cuatro iraquíes e hirió a otras 40 personas al norte de la capital.

En Jaldiya, a 110 kilómetros al oeste de Bagdad, tres soldados murieron y otros seis fueron heridos cuando un vehículo, al parecer conducido por un atacante suicida, estalló en un puesto de control cerca de un puente que atraviesa el río Eufrates, dijo el comando de Estados Unidos.

Un vocero del ejército se limitó a decir, «Tres soldados estadounidenses de una fuerza de tareas murieron, y otros seis fueron heridos cuando un vehículo» cargado de explosivos «estalló esta tarde a las 16.15».

Testigos dijeron que una camioneta enfiló hacia un puesto de control del ejército y estalló frente a un vehículo todo terreno que intentó bloquearle el paso.

Ocho civiles iraquíes: seis mujeres y dos hombres, fueron llevados a un hospital en la cercana población de Ramadi, dijo el doctor Ahmed Nasrat Jabouri, del hospital provincial cerca de Ramadi.

Horas antes, una bomba detonó al costado de un camino y causó la muerte de dos soldados estadounidenses, en tanto un camión cargado de explosivos, aparentemente destinado a una patrulla norteamericana, estalló dejando cuatro iraquíes muertos en el centro de Irak, dijeron funcionarios estadounidenses e iraquíes.

Los nuevos actos de violencia se registran un día después que dos pilotos estadounidenses murieron al estrellarse el helicóptero en que viajaban, en el norte de Irak. Ahora llegan a 512 los efectivos militares de Estados Unidos muertos desde la invasión de esta nación árabe el 20 de marzo. La mayoría de las muertes ocurrieron luego del primero de mayo, cuando el presidente George W. Bush declaró el fin de las principales operaciones militares.

Entre tanto en Bagdad, por lo menos un francotirador que disparaba desde un edificio hirió a balazos a un soldado estadounidense que participaba en una patrulla a pie en la afluente urbanización de Mansour, al oeste del río Tigris, dijo el mayor Kevin West.

Por otra parte, se informó que fuerzas estadounidenses capturaron a un dirigente de la insurgencia que se cree estaría relacionado con un líder de la red terrorista al-Qaida.

Un alto funcionario estadounidense dijo que Husam al-Yemeni fue capturado el pasado jueves. Estaría en contacto con Abu Musab Zarqawi, que sería un elemento clave entre al-Qaida y el derrocado líder iraquí Saddam Hussein.

Al-Yemeni sería líder de una célula de insurgentes en Faluya, uno de los centros de resistencia iraquí, al oeste de Bagdad.

El representante del gobierno estadounidense, que pidió no ser identificado, dijo que al-Yemeni es el miembro más importante del grupo Ansar al-Islam que ha sido capturado hasta el momento. La organización, formada por curdos del norte de Irak, tendría vínculos con al-Qaida.

Zarqawi es un jordano al que la CIA considera estrechamente vinculado con Osama bin Laden, líder de al-Qaida. Se presume que Zarqawi está coordinando operativos contra fuerzas estadounidenses en Irak.

[b]PONE EN DUDA ARMAS IRAQUÍS[/b]

WASHINGTON (EFE).- El secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, admitió ayer la posibilidad de que Irak no guardara armas de destrucción masiva antes de la invasión estadounidense.

En declaraciones a la prensa estadounidense desde Tblisi, donde asiste a la toma de posesión del presidente georgiano Mijail Saakashvili, Powell fue preguntado acerca de las afirmaciones del hasta ahora jefe de los inspectores de armamento de EEUU en Irak, David Kay, quien aseguró que esas armas no existen.

«La respuesta a esa pregunta es que todavía no sabemos», respondió Powell.

Según él, los servicios secretos de EEUU habían estado en lo cierto al apuntar la intención del régimen de Sadam Husein de producir armas no convencionales. No obstante, matizó que «teníamos preguntas que necesitábamos aclarar».

«¿Qué había?… ¿Cien toneladas, quinientas toneladas, o cero toneladas? ¿Había tantos litros de ántrax, diez veces esa cantidad o no había nada?», se preguntó.

El 4 de febrero del año pasado, Powell acudió a la ONU para presentar lo que, según Washington, constituían pruebas contundentes acerca de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, uno de los principales argumentos del Gobierno para justificar la guerra contra el país árabe.

En sus primeras declaraciones tras su dimisión, Kay indicó el viernes que no cree que haya armas prohibidas en Irak y ha apuntado que los datos que se manejaban correspondían a 1991, durante la guerra del Golfo.

El Gobierno de EEUU sigue creyendo en la presencia de ese armamento no convencional y el viernes el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, reiteraba que sólo era cuestión de tiempo el que los inspectores localizaran las armas.

«La verdad saldrá a la luz», prometió el portavoz.

En una entrevista radial el miércoles, el vicepresidente Dick Cheney afirmaba que «el jurado todavía está indeciso» sobre la existencia del armamento.

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