Resistencia y dejadez

Resistencia  y dejadez

Dos de las instituciones más comprometidas con la seguridad ciudadana, por una conducta dispar que viene siendo algo así como un pecado de origen, han tenido gran responsabilidad en el debilitamiento de la justicia frente al delito. De suerte que, mientras la Policía se resiste a someterse al poder civil, que es debilidad congénita, el Ministerio Público no ha tenido la suficiente fuerza de voluntad para asumir la dirección de este cuerpo, que debe ser su auxiliar para la investigación.

Finjus trae a colación las disparidades de criterios entre Ministerio Público y Policía, disparidades que, por cierto, han sido muy mal disimuladas durante las investigaciones de los ataques a la cárcel de Najayo y un vagón del Metro de Santo Domingo. La organización achaca a estas discrepancias, que mantienen a cada uno por su lado, el debilitamiento de la acusación y el desplome de muchos procesos judiciales en nuestros tribunales, lo que favorece a la delincuencia.

Definitivamente, el Ministerio Público tiene que asumir su papel de dirigir a la Policía en la fase investigativa de los delitos, como manda el ordenamiento institucional del país. La Policía tiene que someterse a su condición de auxiliar de primer orden, y ambos deben trabajar en perfecta sintonía y armonía para que su trabajo contribuya a la preservación de la seguridad.

LECCIONES DE LAS VISITAS SORPRESA

Las visitas sorpresa a los pequeños y medianos productores y su estilo muy particular le han permitido al Presidente Danilo Medina conocer de adentro la situación del hombre de campo. Se ha dado cuenta, por ejemplo, de que a estos hombres y mujeres les es imposible salir a flote mientras sigan atados a la usura, que los deja en ruinas porque se adueña de los frutos en la flor.

Esta lección tiene que traer consecuencias institucionales positivas. La más apropiada sería crear las condiciones para que el crédito esté más al alcance del productor, de manera que pueda ser dueño de los beneficios de su trabajo. Esto, por vía de consecuencia, quitaría a los usureros la hegemonía que han tenido por mucho tiempo. Algo hay que hacer con las normas prudenciales de la banca comercial para que sus carteras de crédito sean más accesibles para el hombre de campo. Usted tiene la palabra, señor Presidente.

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