Resistencias; un llamado para sanar las emociones infantiles

Resistencias; un llamado para sanar las emociones infantiles

Si le preguntaras a alguien si desea realizar sus sueños, seguramente te respondería: ¿Qué pregunta es esa? ¡Por supuesto que sí! La verdad es que hasta hace unos días yo también habría dado esa respuesta, pero en este momento soy una evidencia de lo que mi formación terapéutica me había enseñado: la gente se resiste a sanar.
En un proceso psicoterapéutico, la resistencia se muestra de diversas formas: argumentar, retar, desvalorizar, culpar, excusarse, llegar tarde, olvidar las citas o las tareas, la falta de tiempo o el choque entre actividades (trabajo, reuniones del colegio de los niños, actividad familiar, etc), enfermedad (dolor de cabeza, alergias, mareos, resfriados, dolores musculares, etc), accidentes, pérdida de interés en el proceso, criticas excesivas al terapeuta, a la secretaria, a las instalaciones, o cualquier otra cosa.
La mentora de muchos líderes modernos C. JoyBell C. es la autora más citada en “Goodreads”, y es una figura inspiradora que ha revolucionado lo que significa ser sabio y conocedor. Ella dice: “No tengas miedo de tus miedos. No están ahí para asustar. Están ahí para hacerte saber que algo vale la pena”.
En psicología, llamamos resistencia a la energía que utiliza la persona para oponerse a que ciertos contenidos inconscientes problemáticos o dolorosos salgan a la luz. Dicho de otro modo, todo lo que detenga, retrase o se oponga a los avances de lo que decimos desear ¡es resistencia!
Desde el punto de vista sistémico, las resistencias son utilizadas para mirar a alguien (o a algo) con más amor del que tenemos por nosotros mismos. Suelen salir a la luz en forma de lealtades invisibles, amores ciegos y contratos inconscientes. En cualquier modo, las resistencias evidencian el miedo que tenemos de crecer, de conectar y de transformarnos o cambiar.
Desde hace un par de semanas, como parte del proceso de transformación al que me he expuesto, he tenido varias asignaciones y tareas que me han demandado enfoque, disciplina, orden, manejo del tiempo y sentido de prioridad. Dentro del proceso, tuve un pequeño “accidente” en mi automóvil, que requiere varios días de trabajo en el taller.
Días atrás, “happy” (mi computadora personal) dejó de responderme y también está ingresada. Adicionalmente, mi celular también colapsó, por lo que quedé completamente “desconectada” ¿Sabes? En las últimas semanas he tenido tantos mensajes, reuniones, talleres y tareas, que deseaba tener una pausa donde pudiera aislarme y no saber de nada, ¡y lo generé!  La paradoja es que luego que ocurrió, yo no estaba bien. Sin vehículo, ni PC ni teléfono inteligente me sentí completamente perdida. ¡Activé mi sistema de resistencias!
Con frecuencia, las cosas se ponen peor antes de cambiar para ir hacia mejor. ¿Por qué ocurre esto? Porque la creación de una realidad nueva implica un movimiento, que nos saca de la zona de comodidad. Coexistimos en la ambivalencia. Por una parte, la mente consciente nos propone sanar y está dispuesta al cambio que se requiere para lograrlo, y por otra parte, la mente subconsciente se opone a lo nuevo y se defiende mediante la resistencia.
Una clienta que recibí hace un tiempo tenía un gran interés en un terreno, pero la casa que había era muy vieja. La solución fue adquirir la propiedad para tener el derecho de derribarla y levantar una nueva. ¿Costoso? ¡Si! ¿Tedioso? ¡También! Muchas personas desean las cosas como lo hacen los niños: «yo disfruto y otro paga y asume la responsabilidad por mí». Para lograr metas, es necesario sanar las emociones y heridas infantiles. Un principio dice que no podemos solucionar el problema desde el nivel en que se generó.
Es necesario crecer, para que el adulto en nosotros se haga cargo de las necesidades del niño rebelde o sumiso en nuestro interior. El artista chileno hijo de emigrantes rusos Alejandro Jodorowsky, dice que el árbol genealógico actúa como un camarero que lleva la bandeja apoyada sobre una mano, cargada con vasos y botellas. La persona que toma consciencia es como un vaso que “sale de su sitio”, desequilibrando la bandeja y eso es lo que el camarero tratará de evitar.
Cuando alguien del clan recibe el llamado a sanar sus emociones en un proceso de transformación, el árbol “grita” porque lo percibe como una amenaza. Ningún movimiento es “individual”, junto a nosotros se mueven al menos 14 personas más: la pareja de los padres, las dos parejas de los abuelos y las cuatro parejas de los bisabuelos.
Según Brian Tracy, una de las principales autoridades en el mundo de las ventas, somos imanes vivientes que atraemos a nuestra vida lo que está en armonía con nuestros pensamientos dominantes. Cuando nos ocurren eventos indeseados o en desarmonía con lo que pensamos/sentimos, es porque las resistencias nos han subyugado, llevándonos a creer que el único camino posible es «luchar».
Entre los distintos tipos de resistencias que conozco están:
1.La Resistencia al cambio
Siempre que una persona permanece en una situación es por algo. Muchas veces, se queja y expresa “pseudodeseos” de que sea diferente, pero la verdad es que las compensaciones ocultas que disfruta tienen más fuerza que lo que dice querer lograr.
2.La Resistencia a confrontar algo
Al avanzar en la vida, vamos contándonos historias de todo tipo. Algunas, las escondemos por miedo, vergüenza, culpa u otras razones. Lo excluido forma parte de lo que llamamos “sombra”, una zona opaca de la psique que hace que no podamos iluminar lo que nos duele. Lo que no podemos ver, tampoco lo podemos sanar.
3.La resistencia a conocernos
Aunque el autoconocimiento es el principio y el final de nuestra travesía, en el recorrido debemos sanar las heridas emocionales que sufrimos. Desde mi punto de vista, el “desconocimiento” de quien auténticamente somos es la resistencia más densa, ya que la propia persona se transforma en su peor enemigo.
4.La Resistencia a no ceder
Esta resistencia es una de las que tengo más activas. Se alimenta de la desconfianza y de la necesidad de control, que dificulta la posibilidad de ser guiados y recibir ayuda.
El prestigioso autor de libros sobre la conciencia Frederick Dodson dijo: “Cambia tu atención y cambiarás tus emociones. Cambia tu emoción y tu atención cambiará de lugar”.
Las resistencias nos hacen fallarnos a nosotros mismos debilitando nuestro sentido de compromiso, por ejemplo al iniciar una relación, seguir una dieta, decidir dejar un hábito que nos perjudica, o implementar un estilo de vida saludable. Ellas son las principales responsables de que muchos de nuestros mayores deseos jamás vean la luz.
La razón fundamental es que el espíritu puede procesar más de lo que puede la mente, y la mente puede procesar más de lo que puede el cuerpo. De manera que el espíritu y la mente pueden estar listos para el cambio rápido, pero el ego, el niño interior y el cuerpo, con quienes respondemos al mundo material, pueden necesitar un poco más de tiempo.
Este fin de semana me mostró que mis acciones no están en sintonía con la naturaleza de mis pensamientos/sentimientos. Sin embargo, con frecuencia lo que es una derrota para el ego es una victoria para el espíritu. El escritor español Michelangelo Saez dijo: “Cualquier fracaso que podamos sufrir en la vida, lo podemos convertir en un pequeño éxito si seguimos el camino adecuado. Sigue caminando”. Y eso es lo que hago, sólo que lo haré un poco más rápido, para que mi cuerpo alcance a mi alma…

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