El presidente de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (CODOPYME), Issachaart Burgos, informó ayer que en ese sector hay una gran preocupación porque la resolución de ajuste salarial del Comité Nacional de Salarios pone a las pequeñas y medianas empresas a pagar un salario mínimo como si se trata de grandes empresas.

Burgos dijo que esto ocurre porque el Comité Nacional de Salarios asumió una clasificación de las empresas contraria a la establecida en la Ley de las Mipymes.

Afirmó que esto no es correcto, porque una resolución no puede estar por encima de una ley.

Burgos explicó que según la clasificación asumida por el Comité Nacional de Salarios, una empresa con activos de más de 4 millones de pesos es considerada una gran empresa, por lo que se le fija un salario mínimo de 8,465 pesos mensuales.

Igualmente dijo que una empresa de 2.0 millones en activos y hasta 4 millones es considerada una mediana empresa, y se le establece un salario mínimo de 5,820 pesos.

Dijo que se considera pequeñas empresas las que tienen activos equivalentes a menos de 2 millones de pesos, que son las que pagarían de salario mínimo 5,158 pesos. Consideró que esta es una clasificación que no corresponde a la realidad porque cualquier pequeña empresa tiene activos valorados en más de 4 millones de pesos.

Pequeñas y medianas empresas son las más vulnerables a la crisis

Montevideo. EFE.  Las pequeñas y medianas empresas son las más vulnerables a los efectos de la crisis en América Latina, donde constituyen el 90 por ciento del tejido empresarial, advirtió ayer la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).

Pablo Rabczuk, jefe del Departamento de Promoción del Comercio de la ALADI, dijo a Efe que las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) de la región afrontan “tres problemas clave- la financiación, el acceso a los mercados y la capacitación».

El experto se expresó así en el marco de la reunión de los responsables gubernamentales de las MIPYMES de los países de la ALADI, que finalizó  en Montevideo, sede permanente de la asociación regional.

Según Rabczuk, existe entre los estados miembros una “uniformidad de opiniones respecto a que la ALADI tiene que desempeñar un rol mucho más importante en apoyo a las MIPYMES».

“Hay emprendimientos individuales, pero es necesario tener un hilo conductor de apoyo a las economías más débiles y, sobre todo, a las MIPYMES”, agregó.