El Ayuntamiento del Distrito Nacional se ha propuesto, y así lo ha anunciado el síndico Roberto Salcedo, desalojar de calles, aceras y otros espacios públicos los negocios de todo tipo instalados en perjuicio del derecho de todos los munícipes y del ordenamiento municipal. Se trata de una iniciativa que respaldamos, pues nadie puede arrogarse el derecho de tomar para su provecho particular lo que está consagrado como de utilidad para todos, y ese es un panorama que observamos con indignación en esta demarcación. Hay quienes, amparándose en la condición de padres de familia, reclaman como derecho adquirido el espacio público en que tienen montados sus negocios.
En muchas vías del Distrito Nacional la ocupación de las aceras por vendedores, inclusive de vehículos de motor, obliga a los ciudadanos a exponerse a los peligros de tener que caminar por la calzada. En calles y aceras se vende de todo, se instalan talleres de todas clases, se exhiben vehículos, muebles, víveres y materiales de construcción, todo en perjuicio del derecho del resto de los ciudadanos. Es una situación que no debe ni puede continuar, y lo menos que puede pedirse es que todos respaldemos al Ayuntamiento del Distrito Nacional en esta iniciativa que pretende devolvernos el espacio común que nos ha sido arrebatado, y restablecer de esa manera el orden en el municipio.
El colmo de la intolerancia
El jueves, momentos antes de que el Presidente Leonel Fernández llegara al lugar donde inauguraría un complejo habitacional en Vicente Noble, militares impidieron con muy malos modales que representantes de Uvilla y El Jobo se acercaran al lugar con carteles en los que pedían al Ejecutivo que dispusiera la terminación del muro de contención del río Yaque del Sur. Los carteles fueron destruidos y la comitiva dispersada de manera grosera.
Se trató de un exceso de celo y de intolerancia. Creemos que el Presidente, de haber estado en el lugar, hubiese reprobado la actitud y, en cambio, se hubiese interesado por dar alguna respuesta a lo que pedían en sus carteles estas humildes personas. Nuestra creencia se basa en los contactos populares que ha sostenido a nivel nacional, interesado en conocer y resolver problemas de las comunidades. Abogamos porque se atienda la necesidad de los censurados manifestantes de Uvilla y El Jobo.